Luego de un mes del atroz feminicidio de Jeanneth Adriana Miranda Penagos, sus familiares no salen de la angustia y zozobra de pensar que el verdugo todavía sigue en libertad.
El calvario de esta familia comenzó el pasado domingo 30 de junio, cuando encontró el cuerpo sin vida de Adriana en la cocina de su vivienda, ubicada en el barrio Molinos II (Rafael Uribe), con varias heridas de arma blanca. El victimario sería su expareja sentimental, quien el sábado 29 de junio, justo cuando Adriana festejaba su cumpleaños, la asesinó.
“El 27 de junio ella estaba cumpliendo 47 años y salió a celebrarlo con los amigos. El viernes 28 de junio la vieron tomando con la expareja; el tipo la convenció para que se fueran a tomar solos. Amigos de Adriana dijeron que los vieron alegando y para el sábado 29 de junio, ellos seguían juntos. La pareja decidió irse para el apartamento de Adriana en compañía de un amigo de ella, pero ese tipo le dijo al amigo que los dejara solos. A lo que el amigo le preguntó a mi hermana que si estaba bien dejarlos solos, y ella respondió que sí”, comentó un hermano de la víctima.
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Al parecer esa soledad no fue desaprovechada por el victimario que atentó contra ella. “Eso estaba premeditado porque en una chaqueta que él tenía, le encontramos dos piedras grandes y una navaja afilada”, contó el familiar.
Agresiones anteriores
Adriana, quien era estilista y muy reconocida en el barrio Molinos II, fue agredida físicamente en varias oportunidades por su expareja sentimental. De hecho, la mujer alcanzó a poner la denuncia por violencia intrafamiliar y tenía una medida de protección, pero no alcanzó a formalizarla.
“Varias veces a él lo sacamos del apartamento de mi hermana con la Policía. Él estuvo detenido en el CAI de Molinos, pero lo dejaron libre, por lo que siguieron las agresiones contra Adriana”, agregó el hermano.
Sin justicia
Luego del feminicidio de Adriana, las autoridades comenzaron con las indagaciones preliminares del caso. Hicieron labores de vecindario y revisaron cámaras de seguridad. “Pero es el momento en el que no se sabe del paradero del tipo. Ya llevamos un mes y no sabemos si están tras la pista del hombre. Nosotros hemos colaborado con la Fiscalía en lo que se ha podido y dimos varias declaraciones, pero todo ha estado quieto”, añadió.
La familia del presunto homicida está al tanto de la situación y han manifestado que ellos no ‘alcahuetean’ el hecho y si saben del paradero del hombre, lo denunciarían.
La zozobra de la familia de Adriana, es que al parecer el victimario se esconde como habitante de calle y que tal vez esta es una causa por la cual, las autoridades no dan con el paradero de él.
Esta familia seguirá luchando para que se haga justicia y para que el agresor pague por lo que hizo. “Mi hermano no merecía que le hicieran lo que ese tipo le hizo”, concluyó el hermano de Adriana.
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