Las autoridades descubrieron el cadáver de ‘El Pato’, luego de que los residentes de la localidad de Bosa alertaran sobre el fuerte olor proveniente de una vivienda a medio construir en el barrio Nueva Granada.
“¿Y dónde está ‘El Pato’?”, era la pregunta que se hacían los vecinos que cruzaban frente al lote donde vivía desde hace muchos años un hombre de aproximadamente 60 años. La respuesta a este interrogante era que ‘El pato’ había fallecido, y las causas de su deceso todavía son una incógnita, que en los próximos días serán reveladas por Medicina Legal.
El hallazgo
Cuenta Jairo Quitian, allegado a este hombre, que hace más de 30 años lo había conocido como un joven trabajador, se dedicaba a la latonería y pintura, pero por desgracia se sumió en ese hoyo oscuro de las drogas, del que es fácil entrar, pero son pocos los que realmente logran salir.
“Era una persona que vivía acá, lo teníamos cuidando el terreno, al parecer ya tenía muchos años de enfermedades y no se dejaba ver de los médicos. Él tenía todos los males del mundo, estaba cojo porque hace un tiempo, al parecer, según lo que contaba él, un vecino lo había golpeado”, señaló Jairo.
Este viernes la comunidad sintió un olor putrefacto que provenía de la vivienda a medio construir, en la carrera 77 m con calle 70 c sur ( Bosa Nueva Granada). Un vecino llamó a don Jairo a eso de las 6:30 am. para alertarlo que posiblemente algún animal se estaría descomponiendo en el lugar. La realidad era que ‘El Pato’, Rafael Cruz, se encontraba muerto y en un alto grado de descomposición, que daba cuenta que, al parecer, habría partido de este mundo hace unos 4 días.
“Cuando murió la mamá me hice cargo de muchos gastos, estábamos pendiente de él, le traíamos comida, pero muchas veces no la recibía. Yo llegué el domingo y pensé en venir, pero no lo hice, entonces esta mañana me llamaron los vecinos que había un mal olor y luego me llamó la Policía. Cuando llegué, ya estaba la Policía acá y me informaron que había una persona muerta, tal vez murió de hambre, de descuido”, contó el allegado.
Y añadió: “estaba lleno de gusanos, ya se le habían comido la carita, tocó quemar el colchón porque eso estaba con muchos gusanos”.
Tras haberse realizado el levantamiento del cadáver, Jairo empezó a limpiar el lote. Entrar al lugar donde vivía este hombre solamente generaba desconcierto y tristeza, pues vivía entre una gran cantidad de botellas de plástico, basura, y el olor que provenía de allí, como era de esperarse, era desagradable.
Fácilmente, si llovía no había como resguardarse, no había ni la más mínima condición para que alguien pudiese estar allí más de cinco segundos.
Por ahora habrá que esperar que Medicina Legal entregue el cuerpo de Rafael y así sus allegados, puedan darle sepultura.
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“Dicen que a él al parecer lo golpearon y quizás del dolor se encerró en el lote y no quiso volver a salir, y pues dejó de comer, algo que lo llevó quizás a su muerte. Él decía que tenía hermanas, pero hasta el momento no sabemos nada de ellas. Realmente las drogas a él lo tenían mal, era una persona conflictiva, no dejaba que se le acercarán y se ponía grosero”, añadió la comunidad.
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