La mamá no les comió cuento y su hijo, de 14 años, también terminó aprehendido.
Al parecer, le salió el tiro por la culata a un menor de edad, que presuntamente se autosecuestró. La razón fue porque el adolescente de 14 años acabó aprehendido y sus señalados compinches terminaron en la cárcel.
La particular historia de la cual una madre no comió cuento ocurrió en el barrio La Francia, nororiente de Medellín. Ese día, una mujer de 42 años de edad y madre cabeza de familia, recibió un mensaje a su celular de un presunto integrante del grupo armado ilegal La Oficina.
En la comunicación, los bandidos le pidieron el pago de 650.000 pesos a cambio de no asesinar a su hijo. Según conoció Q’HUBO, la razón de la exigencia era porque el menor supuestamente se había robado unos tenis y que el jefe de la organización criminal había dado la orden, pero para evitar el crimen, debía cancelar el dinero.
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Para ejercer presión, los criminales “enviaron a los familiares de la víctima una serie de audios en los que se escuchaba la voz de la supuesta víctima pidiendo ayuda y rogándole a la madre que pagara el rescate para no ser asesinado”, informó la Fiscalía.
El caso fue denunciado ante el Gaula de la Policía Nacional, que ese mismo día comenzó con las investigaciones para capturar a los responsables y liberar al menor. Horas más tarde y luego de pactar la entrega del dinero, los uniformados capturaron a José David Arroyave Montoya, Jefferson Stick Taborda Uribe y Said Caro Sánchez cuando aparentemente pretendían recibir un paquete que simulaba contener la suma exigida.
Pero no fueron los únicos que quedaron en poder de las autoridades, el menor de edad, que supuestamente estaba secuestrado, fue aprehendido en ese instante, luego de que encontraran que supuestamente había fingido su retención ilegal, para sacarle dinero a su madre.
Finalmente, José David, Jefferson Stick y Said, fueron finalmente judicializados por los presuntos delitos de tentativa de extorsión agravada y uso de menores para la comisión de delitos.
Ninguno se allanó a los cargos y fueron enviados a la cárcel, mientras que el adolescente fue cobijado con medida de internamiento preventivo en centro especializado y tampoco aceptó su responsabilidad en el delito de tentativa de extorsión agravada.
Redacción Q’HUBO Medellín.
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