En medio de su recuperación, y con la esperanza de volver a recuperar su visión, el hombre golpea las puertas de la justicia para que su caso no quede impune.
El ataque
De acuerdo con el testimonio de Orlando, quien ha dedicado gran parte de su vida a trabajar como peluquero, aquel día salió a departir unas cervezas con un amigo en el sector de Ciudad Montes (Puente Aranda), y cuando se dirigían a sus casas, Orlando dice que se encontró en la esquina con unas conocidas y que decidió saludarlas.
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“Yo salí del establecimiento con mi amigo y en la esquina de la carrera 37 con calle 8 sur estaban las dos jóvenes que distingo desde que eran niñas porque el papá de ellas tiene un supermercado en la cuadra donde vivo en ese mismo barrio. Estaba hablando con ellas cuando llegó otra chica, al parecer prima de ellas, y empezó a decirme que me fuera y a empujarme e insultarme. Yo les dije que no porque la calle es pública y en ese momento llegó el novio de una de ellas, de unos 25 años, y me cogió a golpes”, relató Orlando.
En imágenes de videos de cámaras de seguridad del sector se observa el momento de la brutal golpiza. Inicialmente se ve efectivamente a Orlando hablando con las jóvenes, cuando lo empiezan a empujar para que se fuera. Dos sujetos llegan al sitio y las mujeres, aunque intentaron evitar una confrontación, los hombres terminan agrediendo a Orlando.
La víctima cuenta que uno de los jóvenes, al que le decían ‘Andrés’ y quien vestía con una camiseta blanca, tenis blancos y jean, termina propinándole un golpe con la botella de licor que llevaba en sus manos.
“Me rompió sobre la ceja, y me lesionó el ojo. Me cogieron a golpes en el piso, yo les pedía que no más, yo en ese momento no podía ver y pedía que me llevaran a un centro médico. Mi amigo me levantó y me trasladó al Hospital de Kennedy, llevaba mi ojo muy mal, fue algo muy triste. Me hicieron una cirugía como para reconstruir el ojo. Ya me han realizado dos cirugías, la más reciente fue hace 15 días, y aunque inicialmente no veía, ahora estoy viendo algo borroso. La retina estaba caída. Yo de niño perdí la vista de mi ojo derecho por un golpe y solamente tenía visión por el izquierdo en un 100%, y fue ese el que me afectaron”, agregó en su testimonio Irreño Pinilla.
Momento del ataque
Don Orlando está agradecido con los médicos que se han esforzado para poder salvar la visión de su ojo, y con las personas que han estado apoyándolo; además da gracias por estar vivo. Sin embargo, pese a que ya entabló la denuncia ante la Fiscalía y hay varias pruebas que pueden llevar a dar con los responsables de esta infame agresión, todavía no hay un avance y ha estado a la espera que las autoridades lo contacten para que precisamente el caso no quede impune.
Su lucha no solamente está enfocada en su recuperación y en que se haga justicia; este hombre pese a que cuenta con el apoyo de su familia, está preocupado con los gastos que tiene y que debido a que no puede ver, pues no ha podido trabajar, en lo que lleva haciendo desde hace más de 30 años.
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