En un escrito de 362 páginas, el paciente de la Clínica Medellín confesó por qué quería asesinar al urólogo Juan Guillermo Aristizábal. Además, contó duros detalles de su vida.
El pasado 18 de abril se presentó una tragedia al interior de la clínica Medellín, donde fue asesinado el médico urólogo Juan Guillermo Aristizábal en un consultorio. El presunto asesino, identificado como Jhon Ferney Cano se quitó la vida en el mismo centro asistencial.
Una semana después de la muerte del médico, se conoció un texto de 362 páginas que fue escrito por Jhon Cano y en el que estarían las razones que lo habrían llevado a quitarle la vida. En el texto titulado ‘Memorias de un loco sensible’ hace un recuento de su vida.
Dentro de lo que se puede leer se encuentran historias que revelan situaciones que vivió de violencia intrafamiliar, problemas médicos y psicológicos entre otros. En la parte final de la historia habla sobre Juan Guillermo y otros urólogos que lo habrían tratado.
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“Para agosto de 2020, conocería a quien considero mi mayor enemigo, un infame del cual me arrepiento amargamente haber conocido, un tipo que traería desgracia a mi vida y llamado Juan Guillermo Aristizábal Vásquez. ¿Cómo pude haber caído en sus asquerosas garras?, maldito hijo de puta. Mentiroso y traidor. ¿Cómo pude haber confiado en semejante basura?”, dice el escrito.
También incluyó documentos de su historia clínica y revela que un dolor lo llevó hasta donde el especialista, a quien inicialmente le pagó $200.000 en una consulta particular. Allí Aristizábal le habría dicho que debía someterse a una circuncisión para aliviar su malestar.
Cuenta que luego de este procedimiento el dolor nunca se fue, además de esto, presentó otros problemas que lo llevaron a consultar a otros especialistas que le afirmaron que el diagnóstico estaba erróneo.
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Aunque Ferney buscó una indemnización, no lo logro. Dos años después volvió a buscar al médico, pero no tuvo la respuesta que esperaba. Siendo esto, entonces, los motivos por los cuales se llenó de odio y rencor, y la razón por la que deseaba matarlo, pues así lo dejó reflejado en su texto. “Ese infame se ha topado con la persona equivocada, lo odio como nunca había odiado a alguien. Es un sentimiento indescriptible, de solo pensar en esa escoria imagino en mi mente fulminarlo en reiteradas ocasiones con una pistola hasta perforar todos sus asquerosos órganos, especialmente su putrefacto corazón”.
Ferney Cano le dejó una carta a su hermano pidiéndole que no le avisara a las autoridades, ya que lo que iba a hacer sería para “sentirme bien conmigo mismo”. También especificó que tras su muerte, su cuerpo fuera cremado.
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Finalmente, se conoció que la última parte del texto fue escrita una semana antes de lo ocurrido, y en esta confiesa el crimen. “Este caso está resuelto, se trata de una venganza por una lesión física que, a su vez, causó un malestar mental”.
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