La temporada de lluvias se ha convertido en un factor clave para la recuperación de los embalses en Cundinamarca. Las intensas precipitaciones que han caído sobre Bogotá en las últimas semanas han generado un impacto positivo en los niveles de agua de los embalses de la región, registrando un incremento notable durante noviembre.
Este fenómeno ha beneficiado especialmente al sistema Chingaza, donde los niveles han superado el 50% de su capacidad, según reportó la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
Este es el nivel más alto alcanzado durante el año 2024, una señal alentadora tras meses de preocupación por el bajo caudal de los embalses.
No se puede parar el ahorro del agua
“Son buenas noticias porque gracias a las precipitaciones estamos teniendo un leve aumento en los niveles de los embalses. Sin embargo, desde la CAR Cundinamarca seguimos recomendando a las empresas de servicios públicos no disminuir las medidas de uso eficiente y ahorro del recurso hídrico”, afirmó Alfredo Ignacio Ballesteros Alarcón, director de la CAR.
A pasos cortos, pero optimistas
El embalse San Rafael, parte del sistema Chingaza, experimentó un aumento de 0,61 puntos, alcanzando el 88,61%, mientras que el embalse de Chuza, que presentaba una situación más crítica, registró una recuperación de 0,34 puntos, situándose en un 38,40%. En conjunto, el sistema Chingaza, que abastece gran parte del agua de Bogotá, logró un nivel del 50,21%.
No podemos confiarnos ante este avance
Ballesteros Alarcón explicó que cuando los sistemas de Chingaza y el Agregado Norte se encuentren por encima del 60% de su capacidad, se podrá tener una relativa tranquilidad en cuanto al suministro de agua. Sin embargo, hizo un llamado a la comunidad a aprovechar las lluvias de la temporada para captar, almacenar y utilizar agua de lluvia, como preparación para los meses secos de diciembre, enero y febrero.
¿Cómo vamos hasta el momento?
En paralelo, el sistema Agregado Norte, compuesto por los embalses de Neusa (76,56%), Sisga (65,27%) y Tominé (49,19%), alcanzó un nivel promedio de 54,01%. Por su parte, el sistema Agregado Sur, que provee agua a la localidad de Usme, mantuvo un nivel de 93,01%, con los embalses de Chisacá (91,74%) y Regadera (95,34%).
¿Va a seguir lloviendo?
Todo indica que la tendencia en el sistema Chingaza continuará positiva, de acuerdo con el meteorólogo colombiano Max Henríquez, quien asegura que los embalses de Chuza y San Rafael seguirán recibiendo aportes significativos gracias a las intensas lluvias de la temporada, proyectando un panorama esperanzador.
Henríquez, además, prevé que las lluvias más fuertes caerán en Bogotá este viernes 15 y sábado 16 de noviembre, días que, según sus estimaciones, serán los más intensos de la semana. “Va a llover todos estos días en la tarde, pero el sábado las lluvias serán las más fuertes de la semana”, afirmó Henríquez. Este pronóstico sugiere una mayor acumulación de agua en los embalses, lo que favorecería tanto a estos sistemas de almacenamiento como al suministro de agua en la capital.
A pesar de que el racionamiento sigue vigente, el panorama es alentador. Se espera que la combinación de las lluvias constantes y una gestión eficiente de los recursos hídricos permitan mantener niveles sostenibles en el abastecimiento de agua para Bogotá.
Desde el ámbito meteorológico, el pronóstico sigue siendo optimista, con Henríquez adelantando que las precipitaciones se mantendrán en los próximos meses. “Noviembre se está comportando como octubre, y diciembre se comportará como noviembre; es decir, tendremos buenas lluvias para la capital”, señaló el experto, augurando una temporada lluviosa prolongada que podría contribuir significativamente a la estabilidad de los recursos hídricos de la región.
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