El balance refleja los esfuerzos y los resultados alcanzados en términos de ahorro de agua, señalando tanto las localidades, tipos de usuarios y sectores que más han contribuido al objetivo de reducción, como aquellos que no han logrado cumplir con las metas establecidas. Este análisis se basa en una comparación entre los consumos de agua registrados antes del inicio del racionamiento y los consumos correspondientes al último periodo facturado hasta el 28 de octubre de 2024.
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¿Qué informa el balance?
En términos generales, la EAAB ha logrado un ahorro promedio del 7,3% en todas las áreas de servicio bajo su responsabilidad. De las cinco áreas atendidas, que incluyen la zona urbana de Bogotá, Soacha, Gachancipá, Zipaquirá y Tocancipá, Zipaquirá destaca como la más ahorradora con un 14,1% de reducción en el consumo. Por el contrario, Soacha y Gachancipá son las áreas que menos han logrado reducir su consumo, con un modesto 4,7% en cada una. Este balance muestra que, aunque la capital ha cumplido parcialmente con las metas, los municipios aledaños aún presentan mayores desafíos en términos de ahorro de agua.
Un aspecto clave del análisis es la diferencia de comportamiento en el ahorro de agua según el tipo de usuario. En particular, las entidades del sector oficial y especial (como instituciones educativas, organizaciones sin ánimo de lucro y entidades públicas) han sido las más eficientes en la reducción de su consumo, con ahorros del 15,8% y 12,6%, respectivamente. Dentro del sector residencial, los estratos más altos, como el estrato 6 y 5, han liderado los ahorros con reducciones del 10% y 8,7%, respectivamente. Sin embargo, los estratos 1 y 2 han sido los menos comprometidos, con ahorros de solo 5,8% y 7,8%, lo que resalta una disparidad en el esfuerzo de ahorro según el nivel socioeconómico.
El análisis por localidades también arroja resultados dispares en cuanto al ahorro de agua. Las tres localidades con el mayor ahorro promedio por usuario son Candelaria, Tunjuelito y Los Mártires, con reducciones de 19,5%, 14,8% y 13,2%, respectivamente. Estos resultados son un reflejo de los esfuerzos realizados en estas zonas, donde los residentes han adoptado medidas más estrictas para reducir su consumo. En contraste, las localidades de Usme, Puente Aranda y Kennedy son las que menos han contribuido al ahorro, con reducciones de solo 3,7%, 3,8% y 6,9%, respectivamente. Estos datos evidencian que algunas zonas de la ciudad aún enfrentan dificultades para ajustar sus hábitos de consumo a las necesidades del racionamiento.
Este balance final pone de manifiesto tanto los logros como los desafíos del racionamiento de agua en Bogotá y sus alrededores. Si bien algunas localidades y sectores han hecho esfuerzos significativos para reducir su consumo, el reto sigue siendo grande, especialmente en áreas de menores recursos y en algunas zonas industriales. La EAAB continuará monitoreando el comportamiento del consumo y fomentando la cultura del ahorro, en un esfuerzo por garantizar la sostenibilidad del suministro de agua en la ciudad, especialmente considerando que el racionamiento aún se mantiene vigente para asegurar la disponibilidad del recurso a largo plazo.
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