Bogotá está enfrentando una situación de alerta debido a la creciente caída de árboles en la ciudad, especialmente durante el mes de noviembre, cuando ya se han registrado 143 volcados. Las causas de estos incidentes están asociadas a factores climáticos, como las lluvias y los vientos fuertes, así como a problemas estructurales y enfermedades que afectan a la naturaleza. Ante este panorama, la Secretaría Distrital de Ambiente ha intensificado sus esfuerzos para mitigar los riesgos y proteger tanto a la ciudadanía como la biodiversidad urbana.
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Medidas preventivas para reducir riesgos por caída de árboles
La Secretaría de Ambiente ha recibido este año un total de 3.612 reportes relacionados con emergencias, lo que ha llevado a la evaluación de 3.662 árboles en diferentes estados de riesgo. Además, los equipos técnicos han llevado a cabo operativos preventivos para inspeccionar otros 2.761, sumando un total de 6.423 árboles evaluados en 2024. Como resultado de estas evaluaciones, se han autorizado 5.122 intervenciones, que incluyen desde podas controladas hasta talas responsables. Estas acciones están dirigidas a reducir el riesgo de caída de los árboles más peligrosos, especialmente durante la temporada de lluvias.
Ante el creciente número, las autoridades han enfatizado la importancia de la colaboración ciudadana para prevenir emergencias. La Secretaría de Ambiente ha instado a los bogotanos a estar atentos a señales de riesgo, como troncos inclinados, raíces expuestas, ramas secas o hongos en el tronco. Estos síntomas pueden ser indicativos de problemas de estabilidad o de enfermedades que ponen en peligro la seguridad. En estos casos, la ciudadanía debe reportar de inmediato la vegetación en riesgo a través de la línea de emergencias 123, una medida crucial para evitar tragedias.
Adriana Soto, secretaria de Ambiente de Bogotá, destacó que desde mayo se ha estado trabajando para preparar a la ciudad para la temporada de lluvias, con el objetivo de proteger tanto a los habitantes como a la naturaleza. “Nuestro compromiso es cuidar la vida de las personas y la salud de nuestros árboles; trabajamos por una Bogotá mejor preparada frente a los efectos del cambio climático”, afirmó la funcionaria. La identificación temprana y la rápida respuesta ante emergencias son fundamentales para enfrentar los desafíos que impone el clima y prevenir incidentes graves.
La Secretaría de Ambiente no solo está tomando acciones reactivas, sino también preventivas. Estas incluyen intervenciones técnicas como podas controladas, tratamientos fitosanitarios y una constante evaluación de riesgo. Los equipos especializados trabajan en conjunto con otras entidades distritales para asegurar que se atiendan las emergencias de manera eficiente y que se realicen intervenciones preventivas para mitigar los riesgos. Así, las autoridades continúan haciendo esfuerzos para reducir los peligros asociados a la caída de vegetación y mejorar la resiliencia de la ciudad frente a los efectos del cambio climático.
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