El Concejo de Bogotá, en su comisión de Gobierno, aprobó un proyecto que busca frenar el consumo de vapeo entre jóvenes en la capital. La iniciativa, liderada por el concejal Rolando González, pretende abordar el creciente uso de estos dispositivos, especialmente entre adolescentes. Aunque el proyecto aún debe superar debates adicionales para convertirse en ley, su objetivo central es reducir la prevalencia del vapeo en menores de edad, enfocándose en varios aspectos clave como educación, monitoreo y restricciones en espacios públicos.
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¿Cómo se piensa regular el vapeo?
Entre las medidas propuestas está el monitoreo de los patrones de consumo de vapeadores en jóvenes, la implementación de actividades educativas para concienciar sobre los riesgos asociados al vapeo y la creación de estrategias para apoyar a quienes ya enfrentan una adicción. Además, busca prohibir el uso de vapeadores en lugares públicos, promoviendo una cultura de respeto hacia los espacios compartidos y subrayando los efectos negativos del vapeo tanto en la salud como en el medioambiente.
Estudios recientes revelan un aumento preocupante en el consumo de vapeadores entre estudiantes de Bogotá, especialmente en edades entre 13 y 17 años. Datos del Observatorio de Convivencia Escolar indican que el 16% de los reportes de consumo de sustancias en colegios de 2024 están relacionados con estos dispositivos. Además, un informe de la Fundación Neumológica Colombiana muestra que el 31% de los estudiantes entre 10 y 17 años ya han probado cigarrillos electrónicos, lo que resalta la necesidad urgente de una regulación más estricta.
El impacto del vapeo en la salud pública y la sociedad es otro tema clave del proyecto. González destaca que, aunque se percibe como una alternativa menos dañina al cigarrillo convencional, el vapeo conlleva riesgos significativos, como afectaciones pulmonares y cardiovasculares, además de un alto potencial adictivo. El concejal compartió su experiencia personal con el uso de estos dispositivos, subrayando los daños que causaron en su salud como un llamado a la acción para frenar esta problemática en los menores.
El proyecto busca desmentir mitos sobre la inocuidad de los vapeadores y proteger a los jóvenes de una tendencia que amenaza su bienestar. González enfatiza la importancia de educar a la ciudadanía y generar cambios en las actitudes hacia estos dispositivos, promoviendo un entorno más saludable y seguro para las futuras generaciones.
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