Durante la segunda semana de la COP16, un grupo de once fundaciones filantrópicas, entre las que destacan Bezos Earth Fund, Bloomberg Philantropies y Blue Action Fund, anunciaron un compromiso de donación de USD $51,7 millones, equivalente a más de $221.000 millones. Este financiamiento tiene como objetivo la creación de áreas marinas protegidas (AMP) en alta mar, donde actualmente solo el 1,4% está bajo algún tipo de protección.
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Una iniciativa fundamental para la protección de los océanos
El objetivo de esta donación no se limita a la creación de AMP, sino que también busca fortalecer la gobernanza internacional sobre la alta mar, en línea con el Tratado de Alta Mar adoptado en 2023. Hasta ahora, el tratado ha sido firmado por 92 países, entre ellos Colombia, pero solo 14 naciones lo han ratificado, lo que significa que se necesitan 46 ratificaciones adicionales para su implementación. Este acuerdo establece un marco legal que busca la conservación de estas áreas marinas, contribuyendo a la salud de los océanos y a la lucha contra el cambio climático.
Melissa Wright, directora de la Iniciativa Oceánica en Bloomberg Philanthropies, enfatizó que la creación de AMP es fundamental para proteger la salud del océano y su función como aliado en la lucha contra el cambio climático. Según un estudio del Marine Conservation Institute, desde 2022 solo se ha registrado un aumento del 0,5 % en la superficie marina global bajo protección, lo que indica que, a este ritmo, se alcanzará solo un 9,7 % de protección para 2030, muy por debajo del objetivo global del 30 % fijado en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
La donación contaría con la participación de comunidades locales
La ministra de Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas, también resaltó la creciente presión para proteger la alta mar, subrayando la necesidad urgente de conservar los océanos para enfrentar la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. Además, el compromiso incluye el desarrollo de capacidades en comunidades locales y el fortalecimiento de la participación indígena, que es vital para enriquecer los esfuerzos de conservación a través de sus conocimientos tradicionales.
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Este significativo apoyo financiero marca un avance en la colaboración entre el sector privado y los gobiernos para garantizar la protección de los océanos y la sostenibilidad de estos ecosistemas. La expectativa es que esta iniciativa motive a otros actores y países a unirse a estos esfuerzos y acelerar la creación de áreas marinas protegidas en alta mar, como una medida esencial para la conservación ambiental y la adaptación al cambio climático.
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