Una decisión de la Corte Constitucional ha generado revuelo en las últimas horas: se trata de la prohibición de la pesca deportiva, lo que ha llamado la atención debido a que toca varios intereses económicos, pero esta se tomó con base en una línea de cuidado ambiental y de defensa de la dignidad de los animales.
Aunque la medida fue votada positivamente por todos los miembros de la Sala Plena de la Corte, llamó la atención cuando uno de los magistrados pidió que se revalúen los derechos de los niños gestantes: “¡No puede ser posible que en Colombia se proteja y garantice más las vida de un animal que el derecho a la vida de la especie humana que está por nacer!”.
Constituye maltrato animal:
“La pesca deportiva es una actividad que vulnera el principio de precaución y la prohibición de maltrato animal y, por tanto, debe excluirse del ordenamiento jurídico”, así dice el fallo que presentó en las últimas horas la Corte Constitucional, la cual tuvo que estudiar una acción de tutela que alegaba, además, que este tipo de pesca vulnera el derecho a la protección del medio ambiente, por lo que también los magistrados indicaron que “si bien no existe consenso acerca de si los peces son seres sintientes, lo cierto es que en virtud del principio de precaución, de acuerdo con el cual, aún en ausencia de certeza científica en torno a un daño o su magnitud, cuando existen elementos que preliminarmente permiten evidenciar el riesgo de que se produzca un daño al ambiente por una actividad determinada, resulta necesaria la intervención del Estado a efectos de evitar la degradación del medio ambiente”.
El futuro de la pesca deportiva:
Otro punto fuerte por el que fue posible decretar el fin de la pesca deportiva es que no existen razones religiosas, alimentarias, científicas o culturales que protegieran esta práctica a nivel constitucional; sin embargo, para no afectar a las comunidades que viven de la pesca deportiva, la prohibición entrará a regir hasta dentro de un año. Después de esto solo quedará habilitada la pesca artesanal, que es la que practican las comunidades ribereñas con cañas, mallas o trampas, la pesca industrial, la científica, la de control de especies invasoras y la de fomento económico.
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El ambientalista Juan Báez celebra la decisión tomada en las últimas horas y explicó por qué sí se trata de un tema de crueldad animal: “generalmente la pesca deportiva se hace con cañas de pesca y anzuelos que lastiman la cavidad bucal de especies de agua, además son sacadas de su entorno natural, el agua, y expuestas a un ambiente duro en donde les falta el oxígeno y los golpean los rayos del sol”.
Inconformes con la decisión:
Cabe recordar que la pesca deportiva es una actividad que se practica en los mares de Colombia, principalmente en aguas de San Andrés y Chocó, pero también en embalses en Antioquia, Cundinamarca, Tolima y otras regiones del país.
En esta el pescador debe intentar atrapar al espécimen más grande, pesado o extraño, y luego devolverlo al agua. En ese sentido, Andrés Reyes, presidente de la Asociación Colombiana de Piscicultura y Pesca (Pispesca), se mostró en desacuerdo con la sentencia.
En BluRadio advirtió que se afecta a las comunidades que “dependen mucho de este tipo de actividades. La cantidad de recursos que genera la pesca deportiva en regiones como en Bahía Solano, Chocó y demás son miles de turistas extranjeros y nacionales los que van allá a practicar”.
Dijo además que este tipo de decisiones van en contravía del cuidado del medio ambiente, pues precisamente en la devolución de los peces se estimula “para que los peces sigan su cadena reproductiva adecuadamente”, y teme que a raíz de esta prohibición se dispare la práctica irresponsable de pesca.
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