Un complicado panorama de la infraestructura bogotana salió a la luz tras las denuncias presentadas por la concejala del Centro Democrático Sandra Forero Ramírez, quien reveló que el déficit en obras viales cuadruplica la cifra inicialmente reportada por la administración saliente de Claudia López.
La crisis se evidencia en 72 obras que presentan diversos niveles de retraso y desfinanciación, afectando directamente a los más de 8 millones de habitantes que hoy enfrentan la construcción simultánea de 150 kilómetros de malla vial y 300.000 metros cuadrados de espacio público.
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Las obras más críticas incluyen:
Proyectos con más del 90% de retraso:
- Valorización Grupo 4 Zonas Industriales (100%)
- Puente peatonal calle 80 con Boyacá (99.52%)
- Calles comerciales Bosa (98.43%)
- Ciclorruta Carrera 15 (92.08%)
Obras con más de 4 años de retraso:
- Avenida Mutis (5 años y 6 meses)
- Puente Juan Amarillo (4 años y 6 meses)
- Avenida El Tintal Grupo 2 (4 años y 7 meses)
El gobierno de Carlos Fernando Galán identificó tres causas principales del sobrecosto:
- Compra tardía de predios con sobrevaloración
- Ajuste de precios por retrasos en ejecución
- Deficiencias en la suscripción de contratos
“Es importante que los bogotanos conozcan la realidad de los problemas de infraestructura que los afectan en el día a día”, señaló Forero, quien además cuestionó las aspiraciones presidenciales de López: “Si no pudo y mintió con las obras de Bogotá, ¿qué podemos esperar para el país?”
Cifras alarmantes:
- 59 de 72 obras presentan retrasos
- 68 de 72 obras están desfinanciadas
- 12 obras tienen retrasos entre 50% y 90%
- Déficit total: 2.2 billones de pesos
La denuncia también señala que la administración López habría manipulado la información sobre los plazos de los contratos, presentando fechas contractuales en lugar de las fechas reales de adjudicación, lo que habría contribuido a ocultar el verdadero estado de las obras.
Mientras la ciudad continúa enfrentando los efectos de estos retrasos, el nuevo gobierno distrital deberá encontrar soluciones para un déficit que supera los 2.2 billones de pesos, una cifra que contrasta dramáticamente con los 500.000 a 600.000 millones reportados durante el empalme.
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