La delincuencia ya no respeta ni la religión, pues un bandido entró hasta una iglesia para intentar robar a un hombre que se encontraba rezando.
La inseguridad atacó nuevamente en las calles de Kennedy, esta vez en el barrio Timiza se produjo un hecho que provocó indignación entre los capitalinos, pues un delincuente irrumpió dentro de la capilla Santo Tomás Moro y amenazó a un feligrés que se encontraba rezando.
La indignante situación se produjo sobre las 4:00 p.m. de este miércoles, cuando un delincuente aprovechó que su víctima se encontraba completamente solo mientras estaba rezando para entrar e intimidarlo con un cuchillo.
Todo quedó registrado en los videos de las cámaras de seguridad de la capilla, en ellos se puede ver el momento en el que el parroquiano se da cuenta de la presencia del delincuente, en ese momento se gira para tenerlo en frente suyo y se pone en guardia. Este pillo continúa amedrentándolo con el cuchillo mientras le pide que le entregue sus pertenencias.
Cuando el bandido estuvo a punto de alcanzar a su víctima, del interior del templo salió una persona y esto provocó que el delincuente huyera sin lograr su objetivo. El feligrés continuó bastante alterado, pues seguía en guardia en caso de que el bandido quisiera regresar por él.
Video de la amenaza dentro de la iglesia
Esta no es la primera ocasión en el que intentan robar a las personas que llegan hasta la capilla para rezar.
Dos mujeres fueron víctimas de robo en una iglesia de Kennedy
En video quedó registrado el momento en el que un sujeto ingresa al oratorio y roba a dos mujeres que se encuentran rezando.
El hombre, con cuchillo en mano intimada a sus víctimas para que le entreguen sus pertenencias.
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En el clip de la cámara de seguridad del lugar se ve como una de las mujeres le dice que no tiene nada, por lo que el sujeto empieza a tocar a la otra mujer hasta despojarla de sus celulares y otras pertenencias.
Tras haber salido del lugar, el hombre se devuelve a revisarle los aretes a su víctima, pero se da cuenta de que son de fantasía y vuelve a salir muy tranquilamente.
Los constantes robos tienen preocupados a los habitantes del sector quienes no pueden salir tranquilos ni siquiera a orar en una parroquia.
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