A finales del mes pasado, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer los resultados del mercado laboral en el mes de noviembre de 2021. En aquel informe se reveló que la tasa de desempleo nacional se ubicó en 10,8% en ese periodo, lo que significó una caída de 2,5 puntos porcentuales con respecto a noviembre de 2020.
El Dane también hizo el ejercicio de separar las tasas de desempleo por sexo, el cual arrojó cifras importantes. En el trimestre comprendido entre septiembre y noviembre la tasa de desempleo para los hombres fue de 8,7%, mientras que para las mujeres se ubicó en 15,6%. Esto quiere decir que entre hombres y mujeres hubo una brecha de desempleo de 6,9 puntos porcentuales en ese periodo del año pasado.
Pese a ser un alto desfase, en el mismo trimestre de 2020 la brecha se ubicaba era de 8,7 puntos, pues la tasa de desempleo de los hombres había sido de 10,9% y la de las mujeres tocó un pico en 10 años y llegó a 19,6%.
“Las brechas de género en mundo laboral corresponden a un problema estructural que se profundizó en el contexto de la pandemia que significó una fuerte presión a la inactividad femenina ligada a la política de confinamiento para la contención del coronavirus y el cierre de escuelas y colegios en dicho periodo”, explicó Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.
Esta brecha, no obstante, sí se acentuó en los últimos dos años, a pesar de la contracción en 2021 a 6,9 puntos. Si se observan los años entre 2012 y 2019, en el periodo entre septiembre y noviembre, la más alta había sido en 2018, con 5,3 puntos porcentuales.
Brecha entre población activa
Al observar los datos de la población económicamente activa, se puede advertir que, de las 24,7 millones de personas en esta categoría, tan solo 10,3 millones son mujeres, es decir, 41,9%. La cifra se vuelve más alarmante si se ve que las mujeres conforman 51,2% del total de la población en edad de trabajar, lo que equivale a 20,7 millones. El resto de mujeres hacen parte de los inactivos, cerca de 10,3 millones.
En comparación, los hombres solo conforman 34,3% de la población inactiva, equivalente a 5,4 millones, mientras que en la población activa suman más de 14,3 millones.
Sin embargo, la situación para las mujeres en la población activa no mejora. Esto porque, pese a que la población ocupada consiste de 21,9 millones de personas, 13,1 millones de ellos son hombres (60%), y el resto, 8,7 millones (40%) son mujeres. En cifras más simples se podría decir que, por cada 10 personas con empleo, seis de ellas son hombres y solo cuatro son mujeres, aunque la población en edad para trabajar tenga predominancia femenina.
Entonces, pese a la caída de la brecha el año pasado frente a 2020, sigue habiendo una gran desigualdad en este índice, el cual también se puede separar por ciudad. Las brechas en la tasa de desempleo fueron más altas en Cali (7 puntos), Montería (6,6 puntos), Barranquilla (6,1 puntos), Cúcuta (5,6 puntos) y Cartagena (4,8 puntos).
Las ciudades más paritarias en desempleo fueron Ibagué, con una brecha de 2,4 puntos, Bogotá, con 2 puntos, y Manizales, con 1,9 puntos.
Las condiciones para las mujeres jóvenes son aún peores
Si se estudia a profundidad solo a la población de mujeres desocupadas se puede observar que las más vulnerables son las mujeres jóvenes. Esto porque, de las 1,6 millones de desempleadas, cerca de 45,3% son mujeres entre 14 y 28 años, es decir, 736.000.
Las mujeres adultas, entre 29 años y más, conforman solo 54,7% del total de desempleadas, equivalente a cerca de 887.000. En el caso de los hombres desempleados, 558.000 de ellos fueron jóvenes entre 14 y 28 años, mientras que 686.000 fueron adultos mayores de 29 años, para sumar un total de 1,24 millones.
Colprensa
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