E n nuestro recorrido por las plazas de mercado de Bogotá, hoy le toca el turno a nada más y nada menos que a Corabastos, la central mayorista más grande del país. En este inmenso lugar, cientos de comerciantes llegan antes de que salga el sol (la jornada puede arrancar a las 10 de la noche del día anterior) para empezar a descargar los camiones cargados de alimentos frescos.
Abastos está catalogada como la segunda central de alimentos más grande de Latinoamérica y se estima que puede mover 20 mil millones de pesos diarios. El lugar es único y, obviamente, mantiene lleno de gente debido a que es reconocido por sus precios, su calidad, la gran variedad de productos, y la honradez y buena vibra de los comerciantes y quienes trabajan allí.
Corabastos entre muchísimas cosas tiene, además, bancos, tiendas al por mayor, cajeros, restaurantes, cantinas, área de circulación vehicular y peatonal, parqueaderos, oficinas comerciales, estación de Policía y muchos establecimientos más.
Un día en Corabastos
Desde las 2 de la mañana ya se empiezan a saludar los vendedores que organizan sus locales y bodegas. Bien abrigados, y con un termo a la mano, comienzan el conteo de mercancía y a alistarse para recibir a los 1.400 camiones que traen la comida desde diferentes partes del país.
Luego empieza la compra de mercancía para surtir sus puestos. De 3 a 4 de la mañana se reúnen cientos de comerciantes a regatear los productos agrícolas. Es tanta la gente que no queda espacio para caminar. En pocos minutos se desocupa la zona de descarga y los ciudadanos empiezan a llegar para hacer mercado.
Corabastos se mueve todo el día, las 24 horas y durante 362 días del año, pues no trabajan el Viernes Santo, el 25 de diciembre ni el primero de enero. Cuando cae la tarde, se almacenan los productos que no se vendieron y se recoge todo. Sin una hora específica, los comerciantes van de regreso a sus casas para descansar y empezar un nuevo día desde muy temprano.
Historia
La historia de la central mayorista de Corabastos se remonta al 20 de julio de 1972, fecha en la fue inaugurada.
Antes de construir esta central de mercado, habían dos grandes plazas en Bogotá: la de las Nieves y la Concepción, pero fueron demolidas para dar paso a la Carrera Décima. Los comerciantes fueron reubicados en el barrio Voto Nacional, en la zona cerca a la Plaza España.
A raíz de esa situación, nació la necesidad de organizar la comercialización de productos agrícolas; el 6 de marzo de 1970, se constituyó la Sociedad Promotora de la Gran Central de Abastos de Bogotá Ltda. Esta extensa plaza es la encargada al día de hoy de organizar el mercadeo de alimentos, centralizar y racionalizar su distribución.
Durante 50 años (que cumplió hace pocos días) Corabastos se ha encargado de asegurar la alimentación de todos los colombianos. Con el tiempo, este lugar se convirtió en una tremenda empresa y su expansión logró comercializar productos con Canadá y Chile, sobre todo frutas y grano. Pero eso no es todo, también llega pescado de Vietnam y enlatados de Perú y Ecuador.
El departamento de Cundinamarca juega un papel fundamental en el abastecimiento de esta plaza, pues a diario los comerciantes reciben en promedio 7.500 toneladas de productos básicos de la canasta familiar.
Corabastos es el encargado de surtir miles de tiendas ubicadas en todos los barrios de la capital, incluso es el mayor proveedor de comida de las 42 plazas de mercado tanto públicas como privadas de la ciudad. Sin contar a los vendedores informales que comercializan frutas y verduras en las calles de Bogotá.
Con el tiempo se fueron organizando internamente y dividieron todos sus productos por bodegas, por ejemplo: en la bodega 26, más conocida como la central hortalicera, se encuentran todas las hortalizas de hoja como cilantro, lechuga, coliflor, perejil, repollo, entre otras. En la bodega 55 están los pescados y frutas importadas, pues allí tienen cuartos de congelación. La 29 se le conoce como bodega reina, ya que en ella se encuentran todas las frutas.
Top 5 de algunas comidas de Corabastos
Consomé
Para el frío y para el hambre, este caldo concentrado que se elabora con carnes sirve hasta para cuando uno está enfermo. No tiene muchos ingredientes más que la papa y lo que se quiera agregar, pero se considera como uno de los mejores acompañantes, incluso para los platos fuertes.
Sancocho
De generación en generación, el sancocho se sirve tanto en restaurantes muy famosos como en los hogares. Tiene lo que todos conocemos: un trozo de pierna pernil, costilla de res, pedazos de carne, mazorca, plátano, yuca, papa, papa criolla y se sazona a gusto. Allí se consigue para todos los gustos.
Pelanga
Es muy común en todas las plazas, pero aquí, según los comerciantes y ciudadanos que vienen a mercar, la pelanga de Corabastos es de otro nivel. Compuesta de un buen guiso, se sirve con algunas carnes de res o cerdo (menudo, pata, cabeza, espina, lengua, entre otros).
Caldo Parao
Según los consumidores de esta sopa, es el mejor remedio para el guayabo. Entre sus ingredientes están: papa, yuca, cilantro y cebolla, pero la proteína sí varía, puede ser carne, pescado, pajarilla o hasta raíz. De diferentes maneras, y con otros ingredientes, este caldo es el famoso ‘levanta muertos’.
Plato de gallina
Este tradicional plato es el más consumido en Corabastos. Lo acompañan con arroz, plátano, papa, yuca y mazorca.
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