Al parecer, no habría sido un francotirador el que cometió el crimen, sino un sicario.
Con el paso de los días, han surgido nuevos detalles sobre el crimen de Juan Sebastián Aguilar, el reconocido esmeraldero que fue asesinado la tarde del miércoles 7 de agosto en el conjunto residencial donde vivía, ubicado en la localidad de Usaquén.
Inicialmente, se especuló que el crimen había sido cometido por un francotirador, quien supuestamente utilizó un fusil de alta precisión calibre 5,56 milímetros. Sin embargo, nuevas evidencias han cambiado esta hipótesis. Según los últimos hallazgos, el asesinato habría sido perpetrado por un sicario, y no por un francotirador, como se pensó en un principio.
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La nueva teoría se basa en la aparición de vainillas de proyectiles de 9 milímetros en la escena del crimen, lo cual no coincide con el calibre del supuesto fusil utilizado. Esto sugiere que el arma empleada podría haber sido un subfusil, como un Colt SMG o una carabina AR15.
Además, la Unidad Investigativa de El Tiempo reveló que el asesino sería un exmilitar que habría seguido a Aguilar durante varios días, realizando labores de inteligencia antes de ejecutar el ataque. En la zona boscosa desde donde se perpetró el crimen, se encontró un colchón y una base que pudo haber sido utilizada para apoyar el arma.
Estos nuevos detalles están siendo investigados por las autoridades, quienes buscan esclarecer completamente las circunstancias de este crimen que ha conmocionado a la capital.
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