El mítico estadio ‘El Campín’ está a punto de experimentar una transformación sin precedentes. Con una inversión de 2.4 billones de pesos, este escenario deportivo no solo será un nuevo estadio, sino que se convertirá en el ecosistema de deportes, cultura y entretenimiento más importante del país.
El IDRD y el Concesionario Sencia han dado el primer paso oficial al firmar el Acta de Inicio que marca el comienzo de esta mega obra. Cabe recordar que esta transformación se realizará a través de una Asociación Público-Privada, trayendo consigo varios empleos, promoviendo la economía.
“Estamos muy satisfechos de poder dar este paso tan importante para nuestra ciudad”, cuenta Daniel García, director del IDRD, quien destaca que este complejo de alto nivel será un verdadero patrimonio para la capital.
Pero este proyecto no es solo un estadio nuevo. El complejo incluirá un auditorio sinfónico que será la casa de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, zonas gastronómicas, espacios comerciales, un hotel y hasta una clínica especializada en medicina deportiva. Y si hablamos del estadio en sí, las especificaciones son simplemente impresionantes: capacidad para 50.000 espectadores, techo retráctil, palcos VIP, restaurantes y todas las comodidades que esperaríamos de un escenario de talla mundial.
“El estadio estará a la altura de los más grandes y modernos escenarios, poniéndolo a tono con los estándares internacionales”, asegura Edgar Cardona, director del proyecto, quien además destaca que será un espacio multipropósito donde el fútbol y los grandes espectáculos podrán convivir sin problemas.
La construcción se realizará por etapas durante aproximadamente 3.5 años, comenzando con la demolición y reconstrucción de la tribuna oriental. Este proceso permitirá que las actividades deportivas continúen durante la obra, una metodología que ya ha sido probada con éxito en otros estadios del mundo.
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El impacto económico también será considerable: se generarán cerca de 1.500 empleos directos durante la construcción y 4.500 en la fase de operación, lo que representa un aporte de más de 550 mil millones de pesos para la economía de la ciudad solo en nuevos puestos de trabajo.
La concesión tendrá una duración de 29,2 años, tiempo durante el cual Bogotá verá transformarse no solo un estadio, sino todo un sector de la ciudad. Como dice Jaime Luque Ramírez, CEO de Sencia: “Este importante ecosistema deportivo, cultural y de entretenimiento contribuirá a revitalizar la zona y el turismo en Bogotá”. Y vaya que tiene razón, porque este proyecto promete convertir a la capital colombiana en un referente turístico de Latinoamérica.
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