Q’HUBO contactó a Néstor Rosanía, abogado, especialista en Gerencia de la Defensa Nacional y magister en Seguridad y Defensa, quien analizó las implicaciones de este incidente, ocurrido en Sumapaz.
Una camioneta que prestaba su servicio de transporte para una entidad del Distrito fue interceptada en la vía que conecta a la localidad de Sumapaz con Usme, cuando se disponía a regresar al casco urbano de Bogotá. El hecho ocurrió el miércoles, luego de que los funcionarios completaran sus labores en la zona rural.
Tres hombres, vestidos con uniformes camuflados y armados con fusiles, obligaron a descender a los ocupantes de la camioneta, así como a los pasajeros de un bus de transporte público que circulaba por el kilómetro 20 de esa vía.
“No venimos a dañar a la comunidad”, afirmó uno de los delincuentes, quien se identificó como miembro del frente 53 de las disidencias de la ‘Segunda Marquetalia’. Como si fuera poco, los atacantes pintaron grafitis en ambos vehículos, indicando que están haciendo presencia en este punto aislado de la vereda Caicedo, corregimiento de San Juan. Por fortuna, las personas retenidas fueron liberadas y resultaron ilesas.
El alcalde Carlos Fernando Galán expresó su rechazo a través de su cuenta en X. “Rechazo los hechos ocurridos ayer, en los que hombres armados con fusiles interceptaron vehículos en la vereda Alto Caicedo, en Sumapaz. Desde que conocimos lo sucedido, hemos trabajado de la mano con la Policía Nacional y la Brigada XIII del Ejército para garantizar la seguridad en Sumapaz”.
Por su parte, el abogado Enrique Gómez hizo un llamado contundente a la ciudadanía. “Para quienes no creen que Petro nos devolvió al pasado, sigan justificando que es una democracia y que quiere la paz, ¡pamplinas! Las Farc hace retenes en el Sumapaz, la toma de Bogotá sigue siendo un objetivo y el Gobierno la ha facilitado”.
En respuesta al ataque, la Policía y el Ejército han intensificado sus labores de seguridad y patrullaje para proteger a la comunidad y controlar la presencia de estructuras al margen de la ley.
Finalmente, el alcalde Galán hizo un llamado al Gobierno Nacional: “Hago un llamado urgente al presidente y al ministro de Defensa para que, con todas las capacidades del Estado, se enfrente la expansión criminal en todo el territorio nacional. No podemos seguir oyendo hablar de Paz Total cuando lo que la ciudadanía vive es el regreso de la violencia y el miedo”.
Implicaciones para la seguridad de Bogotá
Q’HUBO contactó a Néstor Rosanía, abogado, especialista en Gerencia de la Defensa Nacional y magister en Seguridad y Defensa, quien analizó las implicaciones de este incidente. Según Rosanía, la presencia de grafitis no implica que el grupo armado tenga control territorial en la zona, pero sí refleja un deterioro en la seguridad del páramo.
“El Batallón de Alta Montaña no debería permitir que esto ocurra, lo que evidencia un deterioro en la seguridad del páramo. Las comunidades han denunciado que el ecoturismo ha disminuido por esta problemática. Las autoridades deben prestar más atención a la seguridad de la zona. Además, con estas acciones, el grupo armado busca posicionarse en las mesas de negociación con el Gobierno para obtener estatus político, lo que genera una percepción negativa de la seguridad en Bogotá”, explicó Rosanía.
Y añadió:“En este contexto, el Gobierno Nacional debería pronunciarse sobre estos hechos, cosa que no ha ocurrido. En segundo lugar, las autoridades distritales deben hacer presencia en la zona, encabezadas por el Alcalde Mayor, para garantizar la presencia de los organismos de seguridad del gobierno distrital”.
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