Q’HUBO se contactó con José Stalin Rojas Amaya, director del Observatorio de Logística y Movilidad, para conocer más sobre esta situación.
La crisis de combustible que enfrenta el país ha desencadenado una serie de complicaciones en el sector aéreo, afectando tanto a los pasajeros como a las aerolíneas. Por esta razón, Q’HUBO se contactó con José Stalin Rojas Amaya, director del Observatorio de Logística y Movilidad, para conocer más sobre esta situación.
De acuerdo con Rojas, en condiciones normales, el país maneja una gran cantidad de vuelos diarios, cifras que varían según la época del año, como en diciembre y las temporadas vacacionales, cuando el tráfico aéreo es mayor. Sin embargo, la actual escasez de combustible ha generado la necesidad de implementar planes de contingencia.
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“La cantidad de pasajeros y de carga que no se traslada hoy o mañana necesariamente tiene que trasladarse en los días siguientes. Los costos no se pierden, la carga no se pierde, los pasajeros no se pierden; solo se posponen las fechas. Por supuesto, hay unos costos inherentes; por ejemplo, en el caso de los pasajeros, algunos gastos los tendrá que asumir la aerolínea”, explicó.
En cuanto al anuncio de la compra de 100,000 barriles de combustible, que se espera lleguen en los próximos días, el director habló de las repercusiones: “Si hablamos de los viajes internacionales, algunas aerolíneas están tomando combustible en Panamá, donde sí hay combustible disponible. Las repercusiones son a nivel interno, nacional. Ese reacomodo de pasajeros tiene complicaciones en la programación mensual porque ya se han vendido algunos tiquetes, y lo mismo ocurre con la carga. Alguien tiene que asumir esta demora, que no estaba planeada ni programada. Esta demora, o la asumen las aseguradoras, que a veces tienen cobertura en ese sentido, o la asumen los generadores de carga. Aún no se han cuantificado estos sobrecostos, pero está claro que ya los han asumido los pasajeros y los generadores de carga. Sin embargo, en términos monetarios, una parte tendrá que ser asumida por las aerolíneas, aunque este problema, generado por un factor externo, implica que el gobierno también debe ser corresponsable.”
Finalmente, en cuanto a los aeropuertos que ya han cesado sus operaciones, el doctor Rojas añadió: “Los aeropuertos con mayores frecuencias y las aerolíneas con mayor número de vuelos, como Avianca, que tiene más frecuencias que otras aerolíneas, son los más afectados en sus rutas a Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Valledupar, Bucaramanga, entre otras ciudades. Esto lo tiene que asumir la aerolínea, pero también podría haber indicios de que reclamen al gobierno para que asuma parte de esos costos no planeados.”
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