Momentos de angustia se vivieron hacia el mediodía de este jueves en una fábrica de tamales ubicada en el barrio Pensilvania, en Puente Aranda, por cuenta de la explosión que dejó un total de 10 personas heridas.
De acuerdo con lo que informaron las autoridades tras llegar a atender la emergencia, en la Calle 6 con Calle 32A, todo fue culpa de la acumulación de vapores en una de las calderas en las cuales se almacenaban decenas de tamales.
Los comestibles explotaron y dejaron el sitio con todo el piso untado del relleno de tamal, provocando la evacuación de los trabajadores, incluidos los diez hombres que resultaron heridos por el golpe de la compuerta y las quemaduras (desde primer a tercer grado) por culpa del vapor.
Al punto, y gracias a la llamada a la línea 123 donde se reportó la explosión, unidades de la Policía de Tránsito, el CRUE (Centro Regulador de Urgencias y Emergencias), Bomberos de la estación Central y personal del cuerpo antiexplosivos de la Fiscalía General de la Nación hicieron presencia para adelantar la inspección en el lugar, atender a los heridos y realizar una valoración de los daños y posibles causas que llevaron a este accidente.
De acuerdo con lo que indicó la Secretaría de Salud, los 10 hombres adultos fueron trasladados a la Fundación Santa Fe de Bogotá, Policlínico del Olaya, Hospital Méderi Mayor, Hospital Simón Bolívar, Clínica Santa Juliana y Hospital San José.
Por otro lado, y tras la inspección de la Fiscalía en el lugar, la Alcaldía de Bogotá negó que esta explosión se tratara de un acto terrorista.
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“Ahí solo trabajan paisanos y familia, todos en su mayoría son del Tolima”, le comentó a Q’HUBO María, quien es esposa de uno de los heridos, pero además también a su hermano afectado por cuenta de la explosión.
Según la mujer, varios de los empleados son de municipios como Coyaima, El Guamo, Espinal y Saldaña.
Adicional a esto, la mujer añadió que “están en hospitales”, y solo espera que durante las próximas horas el estado de salud de su hermano evolucione de forma favorable.
Sin embargo, la cuestión es más delicada con su esposo, debido a que él, junto a otro de los afectados, permanecen internados en el Hospital Simón Bolívar, reconocido por su pabellón de quemados.
Los próximos días serán cruciales para el esposo de María y su hermano, debido a que sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado en varias partes de su cuerpo, por lo que minutos después de que se controló la situación, varios de los empleados que resultaron ilesos salieron en grupos y en vehículos rumbo a los diferentes centros asistenciales y estar al tanto de la situación de sus paisanos.
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