Durante la audiencia de legalización de captura e imputación, Gabriel Enrique González Cubillos aceptó haber asesinado a su hijo, el pequeño Gabriel Esteban, al interior de un hotel en Melgar la madrugada de este lunes 3 de octubre.
Este sujeto, que había sido capturado la tarde del martes en una flota rumbo a la ciudad de Cali, se declaró culpable por el delito de homicidio agravado, por lo que le esperan aproximadamente 50 años de cárcel.
Recordemos que González Cubillos había sido recapturado la tarde de este miércoles, luego de que saliera de la audiencia de legalización de captura por el delito de cohecho, pues en el momento en que lo capturaron intentó sobornar a los policías.
Reconstrucción de los hechos…
Este sujeto de 50 años había recogido a su pequeño de 5 años el sábado 1 de octubre, pues era el fin de semana que le correspondía estar con él según se había acordado en una conciliación de familia, a pesar de que la mamá del niño, Consuelo Rodríguez, había puesto al tanto a las autoridades y a la Fiscalía de que era víctima de violencia psicológica por parte de González.
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El asesino llevó al niño a Castilla donde una familiar y el domingo en la tarde tomaron una flota para dirigirse hasta Melgar (Tolima), a donde tenía planeado llevar a cabo el crimen de su propio hijo.
A eso de las 9 de la noche del domingo 2 de octubre, Gabriel Enrique llegó al hotel El Rey en Melgar y pidió una habitación, le dijo a su hijo que iban a pasar unas vacaciones en piscina y, al parecer, estando ya en la 205 le dio un medicamento para dormirlo.
Justo cuando el niño se encontraba en un sueño profundo, lo asfixió con la almohada, le tomó una foto y se la envió a Consuelo (mamá del niño) junto con un mensaje en el que le confesaba el homicidio y le decía que “ahora sí podía ser feliz sin ‘Tricito’ (como cariñosamente le decía).
A las 7 de la mañana del lunes 3 de octubre, el confeso asesino salió del hotel y le dijo al administrador que había dejado al niño durmiendo y que ya volvía, pues iba a comprar algo para desayunar. Lo cierto era que el sujeto no tenía planeado volver y que su hijo estaba en un sueño eterno, pues ya estaba muerto.
En la captura de este sujeto, las autoridades le hallaron un celular, las llaves de la habitación 205 y dinero en efectivo.
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