Los hermanos Mucutuy lograron sobrevivir durante 40 días en la selva del Amazonas luego de un trágico siniestro aéreo. El periodista Daniel Coronell fue el encargado de convertir esta dura travesía en un libro. En diálogo con Q’Hubo contó como fue la experiencia.
Durante 40 días, los hermanitos Lesly, de 14 años; Soleiny, de 9; Tien Noriel, de 4, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, con apenas un añito, sobrevivieron a la inclemente e inmensa selva del Amazonas tras el trágico accidente aéreo.
Daniel Coronell, una de las mejores plumas del periodismo de investigación, habló con Álvaro García, director de Q’HUBO, sobre la experiencia de inmortalizar esta historia en el libro ‘Los niños del Amazonas’, de la editorial Aguilar.
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¿Qué lo llevó a elegir esta historia para escribir un libro?
“Fueron dos razones: la primera es el valor del tema para el país, pocas veces he sentido que en un país tan polarizado, tanta gente se uniera al rededor de unos niños, eso me convenció del interés de conocer el desarrollo de esta aventura. La otra fue personal, estaba lidiando con un tema de salud de varios miembros de mi familia y tenia tantas preocupaciones que durante meses no pude dormir una noche completa, en la investigación y la redacción del libro encontré consuelo para seguir adelante.
¿Qué lo sorprendió de esta historia?
“La gran sorpresa fue el encuentro entre la tecnología occidental y el conocimiento milenario de los indígenas; el hecho de que tantos GPS e imágenes satelitales, la ayuda de Google a buscar a los niños, y todo eso hubiera terminado en que un chamán, un sabedor Uitoto, en un trance de yagé indicara el lugar donde estaban los niños. Ellos fueron encontrados a 10 metros de ese sitio señalado, eso me pareció totalmente sorprendente y mágico”.
¿Y sobre nuestra condición mestiza?
Este trabajo sirvió para mirarnos al espejo y reivindicar nuestra herencia indígena y mestiza. El trabajo del general Pedro Sánchez de apreciar el conocimiento desconocido e inexplicable de los indígenas y someter con humildad toda la tecnología y el entrenamiento militar a ese conocimiento, nos dio una lección de cómo se puede buscar la comunidad de intereses en un propósito bueno como salvar unas vidas valiosísimas.
¿Cuál es el poder del misterioso conocimiento indígena sobre la selva?
“Los indígenas saben muchas cosas que la ciencia occidental hasta ahora reconoce, por ejemplo, los indígenas no se sienten dominando la selva sino parte de ella y en las áreas de cultivo, siempre han sostenido la necesidad de que la tierra descanse cada cierto tiempo. Eso que sonaba un poco raro para la ciencia occidental es un área de conocimiento absolutamente consolidada y en crecimiento”.
En esta historia hay cosas espirituales inexplicables…
“Hay un tema de conocimiento científico que desconocemos, al que apenas nos estamos asomando y los indígenas lo asumen con una naturalidad mayor y de una manera espiritual y mística pero detrás de esto hay un conocimiento de los elementos de la naturaleza que hasta ahora no hemos estudiado. Pongo el ejemplo de que una persona puede ver un cartel escrito en japonés y pensar que ahí no dice nada solo porque no lo entiende; hay cosas que tienen los indígenas que nos sirven para entender el mundo de otra manera y quizá debamos prestarle atención a ellos.
¿Cuál es la razón real por la cual estos niños logran sobrevivir?
“Estos niños logran sobrevivir porque en medio de los peligros de la selva hay algo que los protege, hay algo que impide que se encuentren con fieras, que en el último momento siempre les da un poquito de alimentación, el agua que viene por la lluvia que necesitan, el agua de los arroyos, y un conocimiento que ellos tienen desde la infancia que les sirve para ver la selva no como un enemigo, no como una estepa devoradora, no como una jungla amenazante, sino como un escondite dulce, un lugar de juegos y de protección. Yo creo que esa disposición de ánimo fue la que los salvó, la que mantuvo en ellos vivo el deseo de sobrevivir.
¿Cuál es su sensación sobre el futuro que les espera a estos niños?
“Creo que los niños están heredando una posibilidad de vida y de felicidad que no tenían antes de esa tragedia, por supuesto, han vivido una experiencia terrible que los marcará, al menos a los tres mayores, por el resto de sus vidas, pero a partir de esa terrible circunstancia se derivó una nueva oportunidad para ellos que quizás los ponga en la ruta de ser niños felices y realizados en el futuro”.
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