Juan Rojas cuenta su historia de resiliencia frente a un trágico suceso que lo dejó casi inmóvil.
Superar las adversidades puede ser complicado, pero con el deseo de salir adelante, todo es posible. Un caso ejemplar es el de Juan Rojas García, un boyacense de 63 años, amante de la vida, que enfrentó un trágico suceso el 3 de mayo de 2011, el día de su cumpleaños. Ese día, unos delincuentes intentaron robarlo, disparándole y causándole una herida que perforó su pulmón derecho y afectó su médula espinal, dejándolo con un 85 % de inmovilidad en su cuerpo. Desde entonces, solo podía mover la cabeza y un poco los brazos.
A pesar de este trágico incidente, Juan decidió trabajar para mejorar su condición física. Dos años después del accidente, comenzó a ganar fuerza mediante terapias para recuperar la movilidad de sus brazos.
“Empecé con terapias para mover los dedos, luego hice pesas para los brazos. Fueron cuatro años de terapia intensiva, todo para recuperar algo de movilidad”, recordó Juan.
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Junto a su familia, adaptaron su entorno a sus necesidades, para que este guerrero no dependiera de nadie. Incluso, construyeron su querida ‘Trici’, una bicicleta especializada que se maneja con las manos, la cual habían visto en un programa de TV. Desde entonces, Juan ha trabajado durante 6 años como domiciliario en Delight Cane, una empresa especializada en la producción y venta de panela orgánica. Allí le dieron la oportunidad de ser repartidor.
Al principio, transportaba seis kilos, pero gracias a su esfuerzo y dedicación, su bicicleta fue modificada para llevar encargos de 24 a 30 kilogramos, recorriendo Bogotá en su querido vehículo mientras realiza un promedio de cinco pedidos a diario.
Aunque su proceso de superación ha sido doloroso, con múltiples dolencias en gran parte de su cuerpo, Juan afirma que se siente dichoso al estar más activo y poder ayudar en los gastos diarios, además de hacer un deporte que siempre ha amado: el ciclismo. Antes del accidente, él competía a nivel recreativo, conociendo Bogotá en cada pedalazo.
“Se pueden hacer muchas cosas teniendo poquito. Si yo, que solo puedo mover mi cabeza y brazos estoy trabajando, no se limiten buscando excusas”, afirma Juan Rojas en la entrevista.
Con el deseo de que su historia inspire a más personas, junto a su hijo Óscar Rojas crearon un perfil en redes sociales donde pueden encontrarlo como @eltiokuan, para que se inspire con su berraquera.
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“Es muy importante que todos, incluyendo conductores, peatones y ciclistas, reconozcamos que somos personas con derechos en la vía. Pido que se respeten las ciclorrutas, porque a diario tengo que lidiar con la falta de atención de muchos que no tienen en cuenta que hay personas con alguna discapacidad. La conciencia es clave; la vida en cualquier momento le puede dar a uno el bote y quedar del otro lado, entonces seamos conscientes”, resaltó como un mensaje de conciencia para los actores viales.
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