Don César Augusto Facciola y su mamá, Beatriz Ballesteros, durmieron durante meses en el aeropuerto El Dorado debido a una situación desafortunada, por eso busca contar su historia con su libro ‘Relato de una desgracia’.
Desamparados, deambulando por el aeropuerto El Dorado y pasando sus noches en los fríos e incómodos asiento y la mirada de los viajeros, así conoció el país a César Augusto Facciola y a su mamá, Beatriz Ballesteros, quienes en diciembre del año pasado conmovieron al país tras contar las penurias que estaban pasando y por las que solo allí encontró refugio.
La vida les tendió la mano durante estos 9 meses, tiempo que César ha dedicado a buscar levantarse de una mala racha en sus finanzas y que lo llevó recientemente a plasmar su historia en un libro. En entrevista con Q’HUBO, los dos contaron detalles de esta historia que parece sacada de Hollywood.
Amargo pasado
“Mire Augusto, yo le debo pero no tengo dinero, ni le prometo pagarle; no puedo, no voy a dejar a mis hijos sin tragar por pagarle a usted, haga lo que quiera (…) Eran las 4:00 p.m.; estábamos en la calle con mi vieja. Nos quedamos con lo que teníamos puesto…”, se lee en ‘Aeropuerto el Dorado, relato de una desgracia’, el relato en primera persona hecho por César, quien contó que fue la ambición lo que lo arrastró a una larga pesadilla.
“Me metí donde no debía meterme. A hacer locuras pensando que con ese negocio yo me iba a convertir en multimillonario y perdí mi patrimonio. Quedé en la calle y tuvimos que vivir con mi madre situaciones vergonzosas y humillantes”.
“Fueron 5 meses y 17 días en los que vimos los dos extremos de la humanidad, el que te quiera hacer bien y el que te quiere hacer mal. Gente que a veces llegábamos a las 7 de la noche al aeropuerto y estaban ahí pendientes de nosotros, tanta gente, personas resentidas que manifestaron su molestia por nuestra presencia”.
César describe, entre otras, que pese al apoyo de Integración Social, vivió dolorosos episodios de abuso, así como las jornadas que vivía en el día caminando Lourdes y otros escenarios de Bogotá para recuperar parte de su dinero o una oportunidad de empleo.
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Nació ‘Aeropuerto El Dorado, relato de una desgracia’
“La historia salió en RCN y en Q’HUBO, llegaron 18 personas, que nos dieron ayudas y un señor nos llevó para su casa, allí duramos dos meses. Hoy estamos en casa de una familia que nos ha tendido su mano, la cosa ha mejorado bastante, sigo insistiendo en emprender, pero llevo mi idea a las instituciones del gobierno, pero discriminan porque uno es viejo”, afirmó.
Pero el rechazo vivido le ha servido de combustible para seguir adelante, ahora con los relatos de esta amarga experiencia: “al volver sobre estas hojas se me vienen las lágrimas porque fueron vivencias terribles… este es un libro que escribí con rabia de ver que otros disfrutan mientras con mi mamá estamos en la calle, como una forma de hablar de nuestra realidad, llena de falsas promesas”.
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