La joven Angie Bastidas denunció que su expareja la ha maltratado y amenazado durante cuatro años. A pesar de buscar ayuda, asegura que las autoridades no le han brindado el apoyo necesario.
Luego de soportar varias agresiones verbales, físicas y psicológicas, Angie Paola Bastidas Castro, una joven trabajadora residente del barrio Alameda (Fontibón), decidió alzar su voz para denunciar no solo las agresiones de las que fue víctima por parte de un sujeto, sino también lo que considera una falta de acompañamiento por parte de las entidades que deberían estar garantizando su seguridad.
Según Paola, ante la Fiscalía aparece como una persona en riesgo de feminicidio, debido a una de las tres denuncias que ha interpuesto contra el hombre identificado como J. S. Ruíz.
Paola, quien vive junto a su madre, su padrastro y hermana, manifestó a Q’HUBO que ha soportado, durante cuatro largos y tortuosos meses, varias escenas de persecución, acoso e incluso amenazas contra su vida y la de sus familiares por parte de este sujeto, quien vive muy cerca de donde ella habita, un hecho que ha llenado de temor a toda su familia.
Aterrador relato
“Yo duré con esta persona diez meses de relación. La verdad decidí terminarla el pasado 12 de abril porque este sujeto era muy celoso. Además, durante la relación, me agredió verbal y físicamente, por eso terminé, al darme cuenta de que no debía soportar esos maltratos. Pero al momento de terminar, él tomó una actitud muy fea, me decía que yo no debía terminarle y que si lo hacía, no podría ser para nadie más. Empezó a tratarme peor que antes”, contó la joven a Q’HUBO.
En medio del miedo que empezaba a infundir su expareja, Paola reunió fuerzas para contarles a sus padres sobre la difícil situación que estaba viviendo.
“Mis padres intentaron interceder para que este sujeto se calmara, pero empezó a amenazarme, a decirme que me iba a matar, que entendiera que no quería que esta relación acabara. Por eso puse la primera denuncia en la Fiscalía, por la agresión que me estaba propinando este sujeto. Esa demanda la interpuse el 31 de mayo”, agregó Paola.
Las semanas pasaron y, según la víctima, la actitud acosadora de este sujeto hizo que Paola se sintiera acorralada por las agresiones y la persecución.
“Ese tipo tenía una pistola, la verdad no sé si es traumática o no, pero un día me siguió al gimnasio donde estaba. Apenas lo vi llegar allí, me fui a mi casa. Después, él se fue a donde yo vivía y encontró a mis padres en la puerta. Les dijo que me iba a matar e incluso les mostró el arma, pero no lo detuvieron porque cuando llegó la Policía, ya se había metido a su casa. Eso fue el 21 de julio, y allí me dieron una medida de protección por parte de la Fiscalía, pero nunca vi que la Policía se acercara para ver cómo estaba. La verdad no sentí que esa medida sirviera de algo, por eso ese mismo tipo se paraba cerca de mi casa y se reía”, comentó Paola.
Paola contó que luego de esto su expareja siguió con las agresiones en su contra, hasta el punto de inscribirse en el mismo gimnasio que ella para poder vigilarla de cerca.
“Llevé las pruebas de que este tipo estaba incumpliendo las medidas de protección que me pusieron, por eso lo volví a denunciar el 25 de este mes. Pero antes de eso ese tipo me amenazó y me dijo que me iba a matar y a descuartizar. Por eso quiero que este caso se haga público, porque resulta que el fiscal encargado me dijo que no se podía hacer nada hasta que el tipo tenga más denuncias. Prácticamente, toca que me haga algo peor, a pesar de que tengo una de las denuncias donde dice que estoy en riesgo de feminicidio. Pero las autoridades no hacen nada”, dijo la joven.
Y concluyó: “Mi familia y yo nos sentimos solos, porque tenemos videos donde este tipo hasta rompe los vidrios de mi casa y no le hacen nada. Solo quiero que este tipo me deje en paz y que las autoridades hagan algo para que mi familia y yo podamos vivir tranquilos. Además, si hago público mi caso es para que las mujeres no normalicen estos comportamientos por parte de los hombres, ya que ellos se aprovechan de ver a las mujeres vulnerables, y por eso ocurren estas agresiones. Mi consejo es que si alguna mujer está sufriendo esto, no se quede callada y denuncie para que estas agresiones no terminen en un feminicidio”.
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