Un humilde y trabajador joven residente de la localidad de San Cristóbal, identificado como Juan Pablo Camacho Suárez, nunca imaginó que un mensaje de texto con su hermana sería la última comunicación que tendría con su familia, antes de desaparecer por completo, tras pasar una noche de copas junto a un amigo y una mujer. Esto quedó registrado en un video que su padre ayudó a recopilar para tratar de dar con su paradero.

Juan Pablo, de 26 años, quien vivía junto a su madre y su hermana, salió de su casa el pasado 21 de septiembre en su moto, la cual había comprado con mucho esfuerzo trabajando como vigilante en un parqueadero del centro de Bogotá desde hace cuatro años.

“Mi hijo salió ese sábado para Chaparral (Tolima) a verse con un supuesto amigo, quien le escribió que llegara hasta allá para tomarse algo y salir a bailar. Él cogió su maleta con pocas cosas y a las 6:00 p. m. se fue para allá en su moto KTM Duke 390. A eso de las 9:00 p. m. llegó a ese pueblo”, relató a Q’HUBO el padre del muchacho desaparecido, Pablo Emilio Camacho.

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Como Juan Pablo ya había visitado ese lugar un año antes, sus familiares no sospecharon nada al recibir el mensaje del amigo, y pensaron que pasaría el fin de semana allí. Sin embargo, han pasado 22 días sin noticias del joven, como si se lo hubiera tragado la tierra en el Tolima.

Último mensaje de Juan Pablo

“Alrededor de las 11:30 p.m. de ese mismo día, mi hija publicó un estado en su WhatsApp y mi hijo le respondió enviándole la ubicación de donde estaba. Ese fue el último mensaje que tuvimos de él, y si no fuera por esa ubicación, nunca habríamos sabido dónde estaba. El lunes nos llamaron del trabajo para avisarnos que no se había presentado, pero pensamos que había llegado el domingo donde la novia y por eso no se había comunicado. Al ver que no aparecía, decidimos poner la denuncia. La verdad, la Sijin nos ha ayudado mucho, pero ya son demasiados días sin saber de él”, comentó su padre.

El lunes, después de saber de la desaparición, su padre y su esposa viajaron al lugar donde Juan Pablo había enviado su última ubicación. Allí, lograron acceder a un video del bar donde se le veía junto a su amigo y una mujer. En las imágenes, se observa al supuesto amigo echándole algo en una cerveza antes de salir del bar. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de Juan Pablo, ni de su moto.

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“Él llevaba puesta una camisa blanca, un pantalón beige y unos tenis blancos. También tiene dos tatuajes, uno en el brazo izquierdo de un tigre con un paisaje y otro en tinta negra en el otro brazo. Nosotros lo buscamos durante 15 días, pero no sabemos qué le pudo haber pasado. Somos una familia humilde, trabajadora y echada para adelante. No nos imaginamos qué le habrán hecho, porque nunca hemos estado involucrados en negocios turbios. Solo queremos que nos ayuden a encontrarlo, y si alguien sabe dónde está o qué le pasó, que avise a las autoridades”, concluyó el padre de Juan Pablo.

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