Hay quienes prefieren lavar la moto en su casa para ahorrarse unos cuantos pesos y, de paso, asegurarse de que a su nave no le suceda absolutamente nada.
Aunque esta práctica no es incorrecta, es necesario tomar ciertas medidas de precaución y procesos de lavado específicos que permitan, no solo mantener limpia la moto, sino también evitar cualquier avería mecánica indeseada.
Aquí le damos un paso a paso detallado de cómo puede consentir a su motico.
¿Qué necesito para lavar mi moto?
Balde de agua tibia
Aunque también se puede utilizar agua fría, la temperatura tibia es un gran complemento para quitar las manchas más difíciles y cuidar la pintura de la moto. Puede hervir el agua una hora antes y dejarla enfriar ligeramente, o simplemente hacer una mezcla de ambas temperaturas.
Esponja, guantes y cepillo
También debe proveerse de una buena esponja, ojalá nueva, jabón en polvo, un par de guantes de goma que puedan desecharse (quedarán muy manchados de grasa al final) y un cepillo de fibras tupidas para alcanzar los lugares más inaccesibles de la moto.
Desengrasante para motos
Si en verdad quiere que la moto le quede como una tacita de té, compre un buen desengrasante para motos (no pasan de $35.000). Con este líquido, la grasa más rebelde saldrá al instante.
Enjabone la carrocería de la moto
Para comenzar, llene la esponja con bastante jabón y agua tibia y pásela con firmeza bien por toda la superficie, excepto por la cojinería, el manillar y el manubrio. Pase dos o tres capas de jabón para que la lata del vehículo quede bien limpia y sin manchas.
Limpie la cadena
No olvide aplicar jabón con agua tibia en los engranes de la cadena y girarla conforme se vaya limpiando. Puede utilizar un cepillo con fibras tupidas para alcanzar los orificios más pequeños y la grasa más rebelde que allí se aloja.
Desengrasante para complementar
Remueva el jabón con agua, también tibia, pero no lo haga con manguera. Utilice un recipiente mediano y tenga mucho cuidado de no mojar ninguna parte del mecanismo eléctrico interno de la moto.
Procure que el agua no sea abundante, pero que también sea la necesaria para remover todo el jabón. Cuando termine este proceso, verifique los sitios en los que la grasa no haya caído y límpielos con un trapo untado sutilmente con desengrasante.
Brille con esponja
Use una esponja que no esté llena de jabón, ojalá nueva, y pásela por todas las partes de la moto que haya lavado.
Este truco ayudará a que luzca reluciente y con un brillo adicional. Recuerde que para lavar la moto, es recomendable acomodarse en un sitio con sombra para que no se dañe la pintura.
Seque bien toda la moto
Pase un trapo seco por toda la moto, verificando bien que toda la lata del vehículo quede parcialmente seca.
No se preocupe si quedan algunas pequeñas gotas, ya que el sol y el viento se encargarán de secarlas totalmente. Así las cosas, y siguiendo estos pasos sencillos, su moto quedará limpia y, sobre todo, funcional.
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