Karen Arévalo está viviendo una pesadilla luego que su hijo de 11 años resultara con quemaduras en su rostro, en medio de un procedimiento, en la Fundación Hospital Pediátrico la Misericordia (Homi).
La mujer, quien se encuentra 24/7 junto a su niño que está en cuidados intensivos, le relató a Q’HUBO el dolor que siente con este terrible suceso y envió un llamado de justicia para que el caso del menor no quede impune y que otros pacientes no sufran lo mismo.
Duro testimonio
Karen, una madre soltera y quien en estos momentos se encuentra en embarazo de alto riesgo, con la voz entrecortada y lágrimas, narró la difícil situación por la que atraviesa su adorado hijo Samuel, tras el procedimiento nasal al que fue sometido el pasado 7 de octubre.
“Mi hijo tenía programa una biopsia nasal que le ordenó su otorrina. Ese día llegamos al centro médico con mi hijo en perfectas condiciones; lo ingresaron a las 10:00 a. m. y a él ya lo conocen porque lleva 4 años tratando aquí su asma. La otorrina me dijo que era un procedimiento muy sencillo, que nos íbamos a demorar máximo 50 minutos, le tomaban la muestra y cauterizaban”, narró Karen.
Alrededor de la 1 de la tarde, cuenta Karen, el personal la buscó para comentarle que su hijo tenía quemaduras en su cara.
“Ellas dijeron que no sabían qué pasó, que en el momento que estaban cerrando el cornete, se presentó una hemorragia que tuvieron que cauterizar, y el electrobisturí se puso en llamas. Ella habló médicamente, pero yo dije le quemaron la cara a mi hijo, y me mostró la foto de mi hijo recién quemado. Como fueron vías aéreas tomaron la decisión de entubarle e ingresarlo a la UCI. Yo entré en shock de ver a mi bebé así”, agregó en su testimonio la madre.
Según el historial clínico del menor, las quemaduras fueron graves: “se recibe llamado intraoperatorio por el servicio de otorrinolaringología por quemadura en llama-eléctrica en cara por electrobisturí (Explosión) durante realización de biopsia nasal. Quemadura grado II profunda y III en cara (punta, dorso y alas nasales bilaterales, labio superior en porción cutánea rollo blanco y bermellón)”.
Cuenta la madre que, pese a que su hijo se encuentra estable, el daño físico y emocional es muy grande y que hasta el momento el Hospital se justificó diciéndole que es una situación que tiene una probabilidad de ocurrir en un 1.1%.
“Yo no sé cómo explicarle a mi bebé que le destruyeron la cara, no sé por cuánto tiempo lo tengan aquí. Eso nunca debió haber pasado, mi hijo llora todo el tiempo. Él estaba en sus vacaciones se graduaba de 5° el otro mes, ahora duerme poco y no quiere comer, Pusimos la denuncia ante la Superintendencia de salud, ellos hicieron visita”, agregó Arévalo.
Karen pide que le garanticen a su hijo todo lo que requiera para su recuperación; además de los tratamientos que necesite de ahora en adelante. De otro lado, pide que se investigue lo sucedido.
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¿Qué dijo el centro médico?
En cuanto al Homi, se pronunció diciendo que los equipos están en perfecto estado y que no hubo falla alguna en el desempeño de los dispositivos utilizados, así mismo señaló que: “dentro del procedimiento y, como uno de los riesgos inherentes, al mismo se presentó un evento adverso que fue analizado por el equipo de seguridad del paciente de Homi y fue clasificado como no prevenible. En la institución se le ha brindado abordaje inmediato y se ha dado alcance a todos los requerimientos para la evolución y recuperación del menor, quien, en este momento se encuentra estable y recibiendo toda la atención necesaria para su recuperación”.
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