Una terrible e inexplicable tragedia viven hoy Jesús Mejía y Erlinda Zacarías, una pareja de esposos latinos, que perdieron a sus seis hijos en un brutal accidente de tránsito ocurrido el fin de semana pasado en Las Vegas, Estados Unidos.
En total en este lamentable hecho murieron nueve personas, luego de que un automóvil se pasara a toda velocidad un semáforo en rojo y se estrellara contra cinco vehículos que transitaban en una intersección de avenidas, según reportaron la policía y medios locales.
Además, otra persona estaba internada en estado crítico, después de este múltiple choque registrado el sábado en la zona norte de la ciudad de los casinos, en el estado de Nevada, oeste de Estados Unidos.
“Nunca antes habíamos visto una colisión de tránsito con tantas víctimas como esta”, dijo a la prensa el vocero de información pública del Departamento de Policía de Las Vegas Norte, Alexander Cuevas.
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Aproximadamente a las 3 p. m., hora local, un Dodge Challenger se saltó un semáforo en rojo en una intersección de avenidas, moviéndose a “alta velocidad”, precisó Cuevas. Luego “chocó a varios vehículos, provocando un siniestro caótico”, añadió.
Las nueve personas fallecidas van “desde jóvenes hasta adultos de mediana edad”. Los dos ocupantes del auto infractor, manejado por un hombre de 59 años, murieron, pues el vehículo iba a 100 millas con hora en una vía donde el máximo permitido es 35.
“Acabaron con toda nuestra familia completa. Con todos nuestros hijos. Desde el más pequeño hasta el más grande, no nos dejaron ni uno. Todos están muertos”, dijo Zacarías.
Los hermanitos fallecidos viajaban en una Toyota Sienna cuando fueron embestidos por el conductor, que además se comprobó, iba bajo influencia de sustancias alucinógenas.
Las víctimas fueron: Fernando Yeshua Mejía, de 5 años; Adrian Zacarías, de 10; Lluvia Daylenn Zacarías, de 13; Bryan Axel Zacarías, de 15; Gabriel Mejía-Barrera, de 23; David Mejía-Barrera, de 25, y Jose Zacarías-Caldera, de 35 años.
“Todos nuestros hijos murieron al instante. Estamos destrozados y no tenemos palabras ni consuelo para nuestro gran dolor”, dijo la madre de la familia.
La mujer también declaró para Telemundo que antes del choque pudo hablar con una de sus hijas, quien le dijo que ya iban hacia el lugar donde se encontrarían para ir a comer, pero nunca aparecieron ni le contestaron el teléfono.
Redacción Q’HUBO y AFP
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