La reconstrucción del emblemático puente vehicular del barrio Venecia, en la avenida 68, ha comenzado tras haber sido demolido meses atrás debido a las adecuaciones necesarias para el proyecto del TransMilenio.
Este puente, que durante décadas ha sido un punto clave para la movilidad en el sur de Bogotá, ahora forma parte de un plan integral que busca optimizar el flujo vehicular en la zona y facilitar el paso de los buses biarticulados de TransMilenio. El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) ha compartido imágenes del avance de la obra en sus redes sociales, mostrando cómo el puente comienza a tomar forma.
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Se observa que las gigantes vigas, que servirán como base de la estructura, ya adornan el paisaje del barrio Venecia. La instalación de estas vigas es un hito importante en el proyecto de TransMilenio por la avenida 68, considerado como la segunda obra de movilidad más significativa de Bogotá después de la Primera Línea del Metro. Esta fase es crucial no solo por su impacto en la movilidad del sur de la ciudad, sino también por lo que representa para los habitantes que vieron derrumbado un símbolo local.
Sin embargo, a pesar del entusiasmo por el avance de la obra en el puente, el proyecto global de TransMilenio en la avenida 68 ha enfrentado múltiples retrasos. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y el director del IDU, Orlando Molano, han reconocido públicamente que existen importantes retrasos en los diferentes grupos de trabajo a lo largo de la avenida. Estas demoras han llevado a posponer la entrega de la obra, que estaba inicialmente programada para 2025, hasta el año 2027, lo que ha generado críticas por la gestión de los tiempos y recursos.
Las demoras han causado inquietud entre los ciudadanos, quienes señalan que en algunos tramos de la avenida 68 se percibe una baja actividad laboral y falta de continuidad en los trabajos. Muchos ciudadanos se muestran preocupados por los errores cometidos durante la ejecución del proyecto y temen que los retrasos continúen impactando negativamente la movilidad de la ciudad. Para una obra de esta magnitud, es fundamental mantener un ritmo constante y coordinar adecuadamente a los equipos para cumplir con las fechas estipuladas.
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