El 16 de octubre de 2024, la Cámara de Representantes de Colombia aprobó los artículos 22 y 23 de la reforma laboral, marcando un hito importante para los jóvenes aprendices del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena). En la fase lectiva, los aprendices cobrarán el 60% de un salario mínimo, equivalente a aproximadamente $780.000, mientras que durante la fase práctica recibirán el 100% del salario mínimo, es decir, $1,3 millones, junto con todas las prestaciones sociales correspondientes.
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Puntos a favor y en contra de la reforma
La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, destacó la importancia de esta medida, señalando que representa un avance significativo en los derechos laborales de los jóvenes en Colombia. “Gracias a las bancadas por su voluntad, por pensar en los derechos de las y los jóvenes de Colombia”, manifestó Ramírez, subrayando que la reforma busca mejorar las condiciones de trabajo y asegurar una compensación justa para los aprendices durante su proceso de formación.
Sin embargo, la oposición, representada por Andrés Forero del Centro Democrático, ha expresado preocupaciones sobre el impacto negativo que podría tener esta reforma en las oportunidades laborales de los aprendices. Forero argumenta que la laboralización del contrato de aprendizaje, junto con la nueva cuota de monetización de 1,5 salarios mínimos, podría llevar a las empresas a optar por pagar esta cuota en lugar de contratar aprendices. Según su análisis, esto podría resultar en una reducción en el número de jóvenes que reciben formación práctica en entornos laborales reales.
¿Qué alternativa tienen las empresas?
La cuota de monetización se convierte en una alternativa para las empresas que están obligadas a cumplir con la cuota de aprendizaje, permitiéndoles pagar mensualmente al Sena en lugar de contratar aprendices directamente. Actualmente, esta cuota se calcula como el 5% del total de trabajadores de la empresa, multiplicada por un salario mínimo. Con la nueva reforma, esta cifra aumentará a 1,5 salarios mínimos por cada aprendiz que las empresas deban incluir en su plantilla.
Es importante mencionar que la reforma laboral todavía tiene un camino por recorrer, ya que queda pendiente la aprobación de cuatro artículos más en la Cámara de Representantes, así como otros dos debates en el Senado. El desempleo juvenil en Colombia se sitúa actualmente en un alarmante 17,3% para el trimestre de junio a agosto de 2024, lo que hace que estas medidas sean cruciales para cerca de 445.000 jóvenes que están en contratos de aprendizaje. La reforma busca no solo mejorar las condiciones laborales, sino también ofrecer mejores perspectivas para una generación que enfrenta serios desafíos en el mercado laboral.
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La aprobación de estos artículos es vista como un paso positivo hacia la mejora de las condiciones de los aprendices del Sena, aunque también plantea desafíos que podrían afectar la disposición de las empresas a contratar a estos jóvenes. La discusión sobre la reforma laboral continúa, y su impacto se observará en el tiempo, especialmente en el contexto del desempleo juvenil y la necesidad de formación práctica en el país.
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