Álvaro Uribe citó a una rueda de prensa en las instalaciones del Centro Democrático luego de acudir a la Fiscalía para rendir versión libre sobre la masacre de El Aro y el crimen del defensor de derechos humanos, Jesús María Valle Jaramillo, casos por los que resultó salpicado por Salvatore Mancuso. El expresidente insiste en que hay una persecución en su contra.
El primero ocurrió el 22 de octubre de 1997, cuando 150 paramilitares del Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia asesinaron y torturaron a 17 campesinos, y desplazaron a más de mil.
En ese entonces, Uribe era el gobernador de Antioquia y hoy en día asegura que denunció 87 masacres ante organismos internacionales, pero “las únicas que han llamado la atención han sido El Aro, La Granja y San Roque”.
“Nosotros le hacíamos un seguimiento diario al orden público de Antioquia”, recordó. A estas reuniones asistían distintas entidades y, según dice, “cuando había quejas escuchábamos a terceros”.
El segundo caso corresponde al homicidio de Jesús María Valle, en el que Salvatore Mancuso también lo vinculó.
“Está vinculado (Uribe) a una reunión donde estuvo Carlos Castaño con el secretario de Gobierno de Uribe, Pedro Juan Moreno (…) Pedro Juan pidió básicamente que se ejecutara esta acción porque el defensor de derechos humanos estaba atacando de manera frontal tanto a Uribe como a él, y al general Carlos Alberto Ospina y a otro general que no me acuerdo en este momento”, dijo el ex líder paramilitar ante la JEP.
Frente a esto, Uribe afirmó que sí conoció al abogado y se reunió varias veces con él, pero que la última vez que lo vio fue entre noviembre y diciembre del 96, “14 meses antes de que lo asesinaran”, no días antes como declaró el abogado Miguel Ángel del Río, a quien señalo de decir mentiras que parecen sacadas de Wikipedia.
“¿Cómo mienten unos abogados de esta manera en unas audiencias judiciales?”, sostuvo ante los medios de comunicación.
“Yo me reuní con el doctor Jesús María Valle no menos de cuatro ocasiones, era de la misma universidad y nunca sentí que tuviera enemistad con él. Él fue conmigo a Ituango en el helicóptero de la gobernación de Antioquia”, continuó diciendo.
En cambio, afirmó que nunca sostuvo reuniones con miembros de las Autodefensas: “Yo nunca me reuní con paramilitares. Desde que era candidato a la presidencia dije ‘al único de los paramilitares que conozco fue a Mancuso’, y era una afirmación muy seria, que los comprometía a desmentirme. Nunca me reuní con él, nunca conversé con él. No pasó del saludo”.
LANZÓ PULLAS A LA JEP
Durante sus declaraciones a medios en la sede del Centro Democrático, el expresidente también criticó la gestión de la JEP, a la que acusa de ejercer una estrategia de desprestigio.
“El abuso de la JEP es que sin ninguna verificación me afecta, en principio, reputacionalmente”, afirmó.
Acto seguido, aseguró que el regreso de Mancuso a Colombia, que todavía no se ha concretado pues depende de las determinaciones de las autoridades norteamericanas, tiene un objetivo: “Darle impunidad a cambio de que maltrate mi honra en esa fabricación de infamias para que a mí me pongan preso”.
Redacción Colprensa.
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