Cada día se revelan más detalles sobre el trágico accidente aéreo en Brasil, que ha dejado al mundo en luto tras la muerte de 62 personas. Entre las víctimas se encontraba Rosana Santos Xavier, una joven de 23 años, quien narró sus últimos momentos a bordo del vuelo 2283 de Voepass.
Los videos compartidos en redes sociales fueron las primeras imágenes que mostraron el impacto del desplome del avión en una zona residencial de Vinhedo, en el interior de São Paulo.
Los informes confirmaron que no hubo sobrevivientes en el siniestro. Inicialmente, se habló de 61 personas a bordo, pero el sábado 10 de agosto la aerolínea aclaró que eran 62.
Entre los nuevos detalles del caso, ha salido a la luz uno de los últimos mensajes que Rosana envió antes de la tragedia.
“Qué susto este vuelo”
Durante el vuelo, Rosana escribió a sus familiares expresando su angustia a través de mensajes de WhatsApp. La joven mencionó que sentía miedo y que la situación a bordo era un “caos”.
foto tomada de: @Huaira_Runa
El diario brasileño O Globo tuvo acceso a estos últimos mensajes y a una foto que Rosana tomó durante el vuelo. Abordó el avión por motivos laborales y, a falta de dos horas para llegar a su destino, manifestó su preocupación: “Dos horas de vuelo, vamos a llegar lloviendo, qué susto este vuelo”. Incluso, señaló el mal estado de los asientos: “Es un avión viejo, tiene el asiento roto”.
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Después de ese mensaje, no se supo más de ella. Su madre, Rosemeire, confesó que había tenido un mal presentimiento sobre el vuelo. Durante la conversación, le sugirió que leyera la Biblia para calmarse.
Sin embargo, más tarde se enteró de la trágica noticia a través de la televisión. “Me desesperé. Empecé a correr por la casa gritando”, relató. “Ella ayudaba con las compras de la casa, había comprado su carro. Todo lo que tenía era para mí, mi esposo, mis hijas. Solo pensaba en nosotros, su dinero era para ayudar en la casa”.
Rosana, quien trabajaba de forma remota, debía viajar cada dos meses para asistir a reuniones laborales.
O Globo informó que el avión, un ATR-72-500 modelo 2283 de Voepass, fue fabricado en 2010. Los médicos forenses están llevando a cabo procesos rigurosos para identificar los cuerpos, utilizando huellas dactilares, registros dentales, aretes, anillos, pruebas de ADN y fotografías de tatuajes y cicatrices.
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