En lo corrido del año, el país perdió 18 billones de pesos por cuenta de la caída en picada que está sufriendo el sector de la construcción.
El panorama afecta por igual a constructoras, a quienes trabajan en el sector y a quienes tienen el sueño de tener casa propia; así lo explica Guillermo Herrera, presidente de Camacol, en diálogo con Q’HUBO.
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“Hay que pasar de los anuncios”
¿Cuál es la realidad hoy del sector constructor?
Es una realidad preocupante, ya completamos 16 meses de caídas continuas en la comercialización de vivienda. En lo corrido del año se redujeron las ventas el 47%, esto es 97.000 unidades que representan una pérdida en inversiones de $18 billones.
Eso impacta hoy en la generación de nuevos proyectos de vivienda y de empleo, a la fecha se han reportado 16.000 plazas mensuales cuando en 2022 se generaban 22.000 empleos al mes.
¿Que está produciendo la crisis?
Son tres factores a tener en cuenta: el primero es la desconfianza, Fedesarrollo presentó un estudio en donde la confianza del consumidor en general es del -14%, que ha mejorado frente al año pasado, que era del -22%, pero la disposición a comprar vivienda es del -46%; lo segundo son las tasas de interés para créditos hipotecarios, pero un factor adicional son los cambios en el subsidio ‘Mi Casa Ya’ y que han impulsado los desistimientos.
En este año aumentó en 90% el número de personas que firmaron promesa de compraventa, que pagaron su cuota inicial y decidieron bajarse del negocio, esto al ver el caso de la Vivienda de Interés Social (VIS).
Es un aumento del 128%, es decir 23.000 colombianos que renunciaron a su compra de vivienda, y el 45% de ellos dijo que es porque no tienen Sisbén o no alcanza el puntaje para definir el monto del subsidio. Antes este programa facilitaba la compra de vivienda, hoy lo dificulta y más porque fueron cambios abruptos, no hubo transición y eso viola un mandato Constitucional.
¿Hay solución a la vista?
El Gobierno ha hecho muchos anuncios para la reactivación, lo que esperamos es que esos anuncios se hagan realidad como la preasignación de subsidios, como las condiciones y trámites de desembolso y que se haga una ingeniería presupuestal para beneficiar a los hogares más pobres y no afectar el empleo.
Para este año se habla de entregar 50.000 subsidios, pero a la fecha tenemos solo 8.000 coberturas, entonces los trámites están demorados.
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