Brayan Carrillo sabe la importancia de aprovechar las oportunidades que le da la vida, pues gracias a eso hoy puede decir que es una promesa del fútbol bogotano.
En 2019 Q’HUBO dio a conocer su historia, y en esa época este deportista era apenas un niño de 7 años que tocaba puertas para que un equipo de fútbol lo apoyara en su sueño de ser profesional, ya que su padre, Jhon, no tenía los medios económicos para costear una escuela de calidad.
Pues 5 años después este medio volvió a contactar a esta familia para saber sobre su presente y, para alegría nuestra, es positivo y prometedor. El padre de este calidoso nos contó que luego de publicarse la nota, la escuela Unión Capitalinos decidió apoyar a Brayan en su formación.
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“Gracias a Q’HUBO fue que dimos con esa escuela y estamos agradecidos. De hecho, aún tenemos guardada la nota que ustedes le hicieron a mi hijo como si fuera un tesoro”, contó Jhon, quien de paso
indicó que “de la mano de los profesores Mauricio Mesa y Rodrigo Mesa, quienes nos acogieron, y a las profesoras Luisa Fernández y Paola Torres, mi hijo ha tenido un buen proceso de formación y ha evolucionado demasiado. Con ellos también estoy agradecido. Nos sentimos en familia”.
Se abrió paso
Tal es el ascenso de Brayan a nivel futbolístico, que hoy en día es el 10 de Unión Capitalinos y uno de sus referentes en el ataque, al ser goleador. Tiene guardados en el cuarto de su casa, ubicada en el barrio Manuela Beltrán (Ciudad Bolívar), las medallas que recibió como campeón y goleador de torneos infantiles como el de Club Asociados Ferrocarriles, y en competencias en Puente Aranda y Siberia (Cundinamarca). Debido a su gran nivel, tal y como cuenta su padre, ahora es tenido en cuenta para afrontar torneos de la Liga de Bogotá en la categoría Sub 15. Incluso, otros equipos se han contactado con don Jhon para ficharlo.
“Me llamaron otros equipos y me decían que lo patrocinaban, pero que debía darles los derechos del niño a ellos. Decidí que no”, confesó el padre del 10.
Eso sí, ofertas no le harán falta a Brayan, ya que sus entrenadores creen que tendrá un futuro promisorio, pues es un pilar de su equipo y, de seguir marcando la diferencia, podría llegar a cumplir su sueño de ser profesional.
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“Mi hijo dice que quiere jugar donde salga y sus profesores creen que el niño va para algo grande y lo quieren ayudar. Ahora lo llaman a partidos fuera de Bogotá y por eso me tocó comprar un carro para llevarlo. ¡Creo en él!”, concluyó Carrillo, quien reconoce que Q’HUBO sí hace periodismo social y popular.
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