La reciente eliminación de Millonarios en Copa Libertadores ante Fluminense, en fase preliminar, puso a su técnico Alberto Gamero en medio del debate.
Y es que el samario, pese a las cosas buenas que ha hecho por el equipo, también es señalado por los errores y fracasos en su proceso. Se los contamos.
Lo malo
Los constantes fracasos
Gamero puede hablar maravillas del juego de Millonarios, pero no de sus resultados. Hagamos cuentas: con el samario en el banquillo, Millos fue eliminado dos veces de Copa Colombia contra Alianza Petrolera; en 2020 quedó por fuera de las finales de Liga y perdió la ‘Liguilla de eliminados’; ese mismo año fue eliminado de la segunda fase de la Copa Sudamericana; perdió la final de la Liga 2021-I contra Tolima y no pudo clasificar a las finales del torneo pasado. Para rematar, lo sacaron de la Libertadores.
La hinchada aún espera que un proceso, que lleva dos años, obtenga títulos.
Conformismo con la nómina
Una de las conclusiones que dejó la eliminación de Millos en Libertadores es que el equipo no se reforzó bien para afrontar este torneo. Pensó que con jugadores como Diego Herazo y el regreso de Ricardo Márquez (cuestionado por la hinchada) el equipo iba a poder suplir la salida de un goleador como Fernando Uribe, pero no fue así.
Los malos resultados lo demuestran. Y en este caso Gamero es responsable, no exigió refuerzos de categoría, se conformó con lo que la directiva azul le contrató y pensó que con la base que tenía, en su mayoría con jugadores juveniles, le iba a alcanzar para ser competitivo a nivel continental. Sucedió lo contrario.
Un discurso que no cambia
Alberto Gamero, cada vez que sufre un mal resultado, se escuda con el buen proceso que lleva con sus jugadores para defender su trabajo.
Hay mucho aprendizaje y me parece que este equipo va por buen camino”, es la frase que dijo el pasado martes, en Brasil, tras perder con Fluminense, y es la que usa comúnmente.
Pero la realidad es que un equipo grande como Millos, a estas alturas, bajo el mando de Gamero, ha tenido tiempo suficiente para aprender. ¡Ahora la hinchada le exige títulos!
Lo bueno
Hace mucho con poco
Hay que reconocer que, desde su llegada a Millonarios, Alberto Gamero no ha contado con una nómina de alto calibre.
Siempre ha tenido a disposición un equipo en su mayoría joven, reforzado con algunos jugadores de experiencia, como Mackálister Silva y Juan Pablo Vargas. Sin embargo, con ellos logró armar una escuadra que siempre ha tenido una identidad de juego (de posesión de balón y que va siempre al ataque) y con ambición de querer hacer cosas importantes.
Un gran formador
En vista de que la directiva Azul no le da a Gamero jugadores de renombre para reforzar su equipo, el samario ha aprovechado el talento que hay en las divisiones inferiores para armar su equipo.
Por eso jugadores como Andrés Llinás, Andrés Román y Stiven Vega son ahora futbolistas importantes. Además, fichó a otro juvenil como Daniel Ruiz y lo encaminó para ser la nueva joya azul.
De esta manera, estos jugadores se perfilan para el fútbol internacional, lo que le significaría al equipo ingresos económicos importantes a futuro, tal y como sucedió con Émerson Rivaldo Rodríguez, el canterano azul que juega en la Liga de Estados Unidos con el Inter de Miami.
En Liga, al menos, da la pelea
Otro aspecto para destacar de Gamero y su proceso es que, al menos, en Liga ha consolidado un equipo competitivo.
Actualmente el Azul es líder de la tabla y en los dos torneos anteriores estuvo peleando para entrar a la final o ganar el título.
Esa regularidad se la ha dado su buen juego, del cual la hinchada no tiene queja. Lo único que le falta a Gamero es traducir ese buen nivel de fútbol con títulos.
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