Para un futbolista hacer un autogol es una de las peores sensaciones, pues significa poner en desventaja a su propio equipo. ¿Se imagina lo que se sentirá meter tres autogoles en un solo partido? Pues esta insólita experiencia la vivió Meikayla Moor.
La defensora neozelandesa sufrió una pesadilla en el partido en que su seleccionado enfrentó a Estados Unidos por la SheBelieves Cup, pues marcó una tripleta en su propio arco, algo demasiado inusual. Al final, el resultado no podría ser otro, su equipo perdió 5-0.
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Apenas en 36 minutos la jugadora del Liverpool inglés ya había marcado los tres tantos el propia puerta. Un sufrimiento del que fue víctima el público en Carson, California, donde se jugó el partido.
A los cinco minutos, tras un centro de costado, Meikayla Moor intentó cortar el balón pero terminó desviándolo y mandándolo a su arco para el 1-0.
Un minuto después continuó su mala suerte, esta vez tras un centro desde el costado derecho que Moor no supo despejar. El balón le pegó en la cara y se fue al fondo de su arco.
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La cereza en el postre llegó a los 36 minutos, con un pase rastrero al área desde el costado derecho, que de nuevo Meikayla Moor, en su afán de despejar, terminó metiendo como autogol.
Tras esa tercera anotación en contra la jugadora neozelandesa quedó desconsolada y su técnico decidió sacarla de la cancha, no como medida de castigo por su infortunio, sino para darle ánimo.
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Al final Nueva Zelanda terminó perdiendo 5-0 contra las gringas, en un partido accidentado y del que seguro esta jugadora jamás se olvidará.
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