Los vecinos del barrio Pío XII aún no se reponen de la tétrica escena que tuvieron que presenciar hacia el atardecer del pasado jueves. La tensa calma que prosigue a las desgracias aún se respira en la Carrera 79C con Calle 6, en la localidad de Kennedy.

Dos sujetos empezaron una fuerte confrontación verbal en la que, poco a poco, fue escalando en intensidad de agresiones e insultos, hasta terminar en amenazas con arma blanca.
Sobre las 5 de la tarde, las dos personas discutían frente a un lavadero de carros, una retaba a la otra y la alentaba a iniciar un duelo con arma blanca, mientras su contrincante trataba de evitar tener que llegar al punto sin retorno de la agresión física.

En ese momento, entró en escena un bicitaxi en el que se movilizaban dos hombres. Uno de ellos intervino en la discusión y empezó a retar a la persona que trataba de evitar dicha confrontación. Cruzaron varios insultos y el bicitaxi arrancó.

“Espera, ya voy por lo mío”…

Esa fue la frase que repetía el hombre que estaba a bordo del bicitaxi: “espera, ya voy por lo mío”… repetía una y otra vez, como un mantra sangriento mientras se alejaba del lugar.
Pasados 5 minutos, el bicitaxi regresó. La estructura del vehículo era negra con tonos azules y tenía en la parte superior, sobre el techo, uno par de colchones. De entre los colchones, uno de los ocupantes del vehículo, al parecer de nacionalidad venezolana, sacó un machete y se fue directamente hacia su objetivo. Sin dilaciones, la emprendió a machetazos contra la humanidad de Jéfferson Gómez, de 34 años. Un brutal machetazo en la cabeza derribó a la víctima.

Tras caer Jéfferson, la saña del asesino parecía empeorar con cada golpe. Según contó a Q’HUBO un testigo presencial del hecho, mientras la víctima suplicaba piedad a gritos, el verdugo procedió a rematarlo con seis machetazos más. Fue tal la sevicia, que “parecía como si estuvieran matando una res”, contó el testigo. La sangre se esparció y la sed de violencia fue saciada. El homicida se subió al bicitaxi y se fue por donde había llegado. La víctima, tras ser conducida a un centro hospitalario cercano, falleció por la gravedad de las heridas. Del homicida, al cierre de esta edición, no se tenían rastros.

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