Asesinan a un hombre de 49 años en el barrio San Bernardo, de la localidad de Santa Fe. Aquí los detalles.
Quién sabe sobre qué estarían hablando la víctima y un allegado, lo único cierto fue que a la madrugada se escucharon varios disparos en medio del humo y de los sustos; el pánico reinaba en las mentes de muchos de los consumidores que a esa hora se congregaban en una de las calles del ‘Sanber’, como es conocido en la calle el barrio San Bernardo (Santa Fe).
Allí, en una de las calles en las que se observan las hileras de personas recostadas contra las paredes, con una pipa en la mano y el encendedor en la otra, fue baleado un hombre de 49 años, quien pese al esfuerzo de los médicos, al final murió cuando ya el sol aruñaba con los rayos las tejas de las viviendas en la localidad.
Bala, humo y susto
La víctima de este nuevo crimen en la capital se encontraba en compañía de otra persona cuando la muerte se le presentó en forma de bala mientras acompañaban la velada en medio de los tragos, el cigarrillo y el espeso humo de aroma dulzón que se esparce por todas las calles del vecindario.
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Justo en la Calle 3 con Carrera 11 se hallaba la víctima junto a su acompañante, quien quedó atónito al momento en que las detonaciones sacaron de su letargo a más de un personaje que pernoctaba entre las bolsas de plástico y cartón.
Al final se escucharon cuatro disparos, pero en muchos casos la ley que reina por estas calles es la del silencio, y por más gente que haya visto toda la acción, ninguno se atreverá a hablar sobre lo ocurrido por puro instinto de supervivencia en el sector.
La víctima
Uniformados del CAI San Victorino fueron los que acudieron al punto y hallaron al joven tendido en el suelo y aún con signos vitales, por lo que de inmediato detuvieron un vehículo y pidieron que los trasladaran hasta el Hospital Santa Clara, donde luego de varias horas de lucha por salvarle la vida, los galenos confirmaron sobre las 9:00 a.m. el deceso de David Domingo Flórez.
En consecuencia, los agentes de criminalística e investigación judicial arrancaron para el centro médico y seguido a esto emprendieron camino hasta el punto donde se presentaron los tiros que desembocaron en la muerte del hombre.
La tarea de los peritos judiciales, más que un ‘chicharrón’, parece misión imposible dado que nadie quiere hablar en el punto.
Sin embargo, se estima que los videos de las cámaras de seguridad en la zona puedan dar pistas del aspecto del delincuente, y de paso establecer si se encontraba acompañado por algún compinche en el momento que perpetró el crimen y así determinar el motivo que llevó a este sujeto a halar del gatillo; si tuvo que ver con alguna clase de retaliación o si, por el contrario, fue un ajuste producto de la venta y consumo de estupefacientes.
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