Se llamaba Jorge Humberto Sierra Soto, pero todos lo conocían como la Gata. A este hombre de 68 años lo encontraron muerto al mediodía de este miércoles, 18 de enero, en la casa en la que vivió durante muchos años.
Se trata de un primer piso que está ubicado en la calle 67, Barranquilla, con la carrera 50B del barrio San Pedro, cuadra y media arriba de la estación Hospital del metro, Medellín.
Sierra Soto fue hallado sobre una cama, tenía varias heridas ocasionadas con arma blanca y parte de su cuerpo estaba cubierto con una toalla.
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Tras conocerse la muerte de Sierra Soto, al lugar llegaron varias mujeres trans, quienes lamentaron lo sucedido.
Aunque no tenían una relación cercana, también hicieron presencia algunos familiares, quienes empezaron a planear el funeral.
No se explican por qué mataron a la Gata
Jorge Humberto pagaba arriendo en esta casa y alquilaba habitaciones por ratos. Sin embargo, nunca se sintió en riesgo.
Los vecinos no se explican qué pudo haber pasado, pues aseguran que él no tenía problemas con nadie. Sin embargo, algunos de sus amigos tienen la hipótesis de que, tal vez metió a alguien a la vivienda, quien lo habría atacado por robarle.
Pero serán las autoridades las encargadas de establecer lo que sucedió y encontrar al responsable. Para ello analizarán los videos de unas cámaras de seguridad que hay en la zona.
Además, en este caso aplica el plan de recompensas de la Alcaldía (Hasta 200 millones de pesos por información) para esclarecer estos casos.
🚨Estamos en búsqueda del responsable del homicidio de “La Gata”, una mujer trans de nuestra ciudad. Ofrecemos hasta 200 millones de pesos de recompensa por información que nos lleve a los responsables de este delito.
— Secretaría de Seguridad y Convivencia (@seguridadmed) January 19, 2023
Si cuenta con datos relevantes no dude en denunciar. 📲 pic.twitter.com/v1ADeUTcxe
Muy querido…
Este adulto mayor era considerado como “una madre” por muchas personas de la comunidad LGBTIQ+, quienes recordaron las veces que él les dio de comer y las acogió en su casa.
A todas las que estuvieron ayer en el lugar se les aguaron los ojos cuando los agentes del CTI de la Fiscalía sacaron el cadáver envuelto en plástico.
Jorge Humberto era muy querido, sus amigas hasta le mandaban plata desde Europa y a él le gustaba comprar antigüedades para revenderlas.
También era un hombre bohemio, le gustaba la música vieja, en especial los tangos y los boleros. Y era amante de los animales, tenía dos mascotas: un perrito llamado Chihuahua y una gata llamada Pacha, que hasta ayer no se sabía quién se iba a hacer cargo de ellos de ahora en adelante.
Redacción Q’hubo Medellín
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