A Jackson Camilo Montoya Bohórquez sus homicidas lo tenían bajo la mira desde hace varias horas, solo que esperaban el momento propicio para matarlo. Cuando lo vieron llegar a una calle para hablar con una persona, le arrebataron la vida a sangre fría.
Segundos después de que sonaran las detonaciones, los gritos de angustia y desesperación de sus seres queridos, quienes escucharon los siete tiros y salieron a ver qué había ocurrido, alertaron a los habitantes del 7 de Agosto (Barrios Unidos), quienes al instante confirmaron la tragedia que acababa de perpetrarse en la vía pública, a pocos metros de sus inmuebles.
Cuando una patrulla de la Policía llegó al lugar de los hechos para atender la emergencia, la víctima ya no estaba allí, pues sus allegados lo llevaron minutos antes en un vehículo particular hasta el Hospital San José Infantil con el fin de salvarle la vida, pero fue imposible.
Q’HUBO pudo conocer, por parte de las autoridades, que el hombre de 31 años llegó sin signos vitales al centro asistencial, debido a que sufrió lesiones en el pecho y la cabeza que fueron letales.
Por su parte, los homicidas se escaparon y hasta el cierre de esta edición no se sabía nada de su paradero. Dicen que se movilizaban en una motocicleta de color azul de alto cilíndrale, tal y como quedó registrado en los videos de las cámaras de seguridad, que en este momento están siendo analizados por investigadores de la Sijín.
Sicariato en moto
Dicen que el viernes Jackson había estado trabajando y lo vieron salir de su casa, ubicada a pocos metros del lugar donde fue ultimado, con el fin de encontrarse con un amigo. Aunque hasta el momento se desconoce si todo se trató de una trampa o si los sicarios estaban esperándolo afuera para asesinarlo, para las autoridades este doloroso hecho estaría relacionado con un presunto ajuste de cuentas.
“Los manes de la moto ya habían estado rondando por el barrio, dando vueltas por acá buscando al muchacho, porque antes de escuchar los tiros los vimos rondando con una actitud bastante sospechosa. Incluso, yo iba a llamar a la Policía para decirles las características de la moto, pero se me pasó. Como a la hora fue que escuchamos los disparos”, le manifestó a Q’HUBO un residente de la zona.
El reloj marcaba las 9:40 de la noche de este viernes, cuando los dos verdugos iban en la motocicleta y se le acercaron a Jackson, quien estaba hablando con otra persona afuera de un establecimiento esquinero, ubicado en la Calle 65 con Carrera 28B.
Sin mediar palabra, el sujeto que iba como parrillero le disparó a la víctima. Ya llevaba el arma lista y la empuñaba con ambas manos, al mismo tiempo que le apuntaba. Nadie se percató de esta escena hasta que se escuchó la primera detonación, de las siete que retumbaron la noche de este viernes en aquel concurrido lugar.
Jackson recibió varios tiros, los cuales quedaron registrados también en las rejas verdes del establecimiento en el que estaba la víctima hablando con su conocido, quien de manera milagrosa se salvó del ataque sicarial.
“Escuchamos muchos gritos de ayuda. Nos asomamos y vimos que lo estaban cargando y subiendo a un carro. El muchacho ya iba inconsciente, tenía mucha sangre en la ropa”, agregó una mujer en la zona.
La tristeza invade hoy a los amigos, familiares y vecinos de Jackson, quienes todavía no se explican quién puede estar detrás de este lamentable hecho que los tiene sumidos en un profundo dolor.
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