Una de las destruidas casas de la invasión aledaña al barrio Villa Diana (San Cristóbal) fue testigo del crimen de una mujer de aproximadamente 30 años, en la noche del miércoles.
La víctima se encontraba caminando a la altura de la Calle 89 Sur con Carrera 13F, en plena montaña donde el frío hiela hasta los huesos de los más valientes, cuando fue abordada por su verdugo.
Ataque sin compasión
“Eran como las 9:30 p.m. cuando se escuchó un disparo que venía de la parte donde se la pasan consumiendo drogas. Dicen que eso es una ‘olla’, pero la verdad yo de eso no sé nada porque en esas calles es mejor ni meterse ni preguntar para que no le pase algo malo a uno”, le comentó un residente del sector a Q’HUBO.
Según manifestaron en la zona, cuando la víctima se encontraba entrando a la conocida ‘olla’, un sujeto la abordó por la espalda para atacarla. Aparentemente el sicario estaba escondido entre la oscuridad esperando a que la víctima se acercara indefensa y desprevenida, para acercarse a ella sigilosamente y colocarle el arma en la cabeza.
Dicen que el homicida no pronunció ni una sola palabra, tan solo miró a los ojos a la femenina y apretó el gatillo.
El proyectil quedó alojado dentro del cráneo de la joven, por lo que a los pocos segundos ella se desplomó sobre el asfalto. Tan pronto como la mujer tocó el suelo, su vida quedó cortada por el ataque recibido.
Cuentan los vecinos que apenas sonaron los disparos, las calles se quedaron misteriosamente calladas, hasta que las sirenas de dos patrullas irrumpieron el incómodo silencio, minutos después de que ocurrieran los hechos.
En ese instante, un grupo de curiosos se acercó hasta donde estaban las patrullas y pudieron ver el cuerpo de la mujer tirado en la mitad de la calle.
“Lo que andan diciendo es que la pelada a la que mataron era la mujer de un tipo que dicen que es uno de los que manejan la ‘olla’ donde ella murió. La muchacha era conocida por estos lados, ella había vivido toda su vida por ese sector. Eso sí estuvo muy raro, la verdad nadie ha querido decir nada. Este sector es muy peligroso y uno no puede denunciar porque cualquier cosa que uno haga, siempre lo amenazan y, si denuncia a la Policía, la gente pesada le coge la casa a bala a uno, por eso es mejor quedarse callado”, comentó otro residente del barrio.
Q’HUBO pudo conocer de manera extraoficial que el crimen de esta mujer estaría relacionado con un ajuste de cuentas, aparentemente vinculado con un control territorial por el negocio de la droga en este sector.
Hasta el cierre de esta edición la víctima no había sido identificada.
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