Unos golpecitos sonaron sobre las 7:30 de la noche del jueves en la puerta de una vecina del barrio Las Delicias (Gachancipá, Cundinamarca); al abrir la puerta, la mujer se espantó al ver que era un jovencito de 15 años con el rostro y las manos llenos de sangre. Alterada, la vecina le preguntó al adolescente desvalido: “¿Mi amor y usted quién es? ¿Qué le pasó?”, él respondió: “Soy el hijo de doña Lucía” y casi sosteniendo el aliento agregó: “Es que mataron a mi mamá”, decía el pequeño perdiendo el conocimiento.
La vecina sin pensarlo comenzó a pedir ayuda desesperada; bajó al menor al primer piso y mientras esto sucedía, el adolescente se desplomó y la cuadra se invadió de una amarga incertidumbre.
Así fueron los segundos que le siguieron al brutal feminicidio que enlutó la noche de este jueves al vecino municipio, ubicado a menos de 40 minutos de la capital.
Ana Lucía Rey Triana, una trabajadora de la alcaldía, es la víctima mortal de la ira de quien era su pareja sentimental. El presunto homicida pretendía quitarle la vida al hijo de Lucía cuando ella se interpuso en su camino, sacrificando su vida por la de su amado hijo Juan David Gutiérrez de 15 años.
Relato de un crimen pasional
Con una maleta oscura en su mano derecha, sobre las 7:20 de la noche varios vecinos vieron salir de la vivienda, ubicada en la Calle 5 con Carrera 5, a William Téllez, la pareja sentimental de Lucía. “El tipo salió caminando como si nada lentamente”, contó a Q’HUBO una residente del municipio. A nadie se le ocurrió detenerlo, pues no se sabía la atrocidad que había ocurrido dentro de los cuatro muros de aquel inmueble.
Este diario pudo conocer el estremecedor relato de lo que sucedió en la cuadra donde ocurrió el crimen sentimental. “La señora trabajaba en la alcaldía vigilando las cámaras de seguridad de noche. Yo me la encontraba todas las mañanas. Lo que vieron en la cuadra es que la cuidadora del niño llegó sobre las 7 de la noche con el pelado y él tocó la puerta, salió doña Lucía y se entraron; corrieron unos cinco a diez minutos y se escucharon seis impactos de bala.
En la cuadra pensamos que habían matado a alguien en la calle pero al asomarse no había nadie, pero entonces sonó la puerta de la cuidadora y era el niño que había subido con tres impactos de bala en el cuerpecito. Luego la esposa de un policía llamó a la alcaldía y a las autoridades”, narró a este periódico la lugareña.
El sacrificio de Lucía…
De acuerdo a la hermana de Lucía, “nosotros sabemos que ese señor, quien actuaba como esposo de ella, la maltrataba verbalmente, incluso físicamente. Ella me contó que en una ocasión le encontró un revólver. La hipótesis es que él quería venir a atacar al niño, ya que recibió tres disparos contundentes; ahí fue cuando ella (Lucía) reaccionó protegiendo al niño”, relató María Consuelo Rey.
Ana Lucía fue hallada boca abajo ya sin vida en el tercer piso de la casa con cerca de seis disparos en su pecho, convirtiéndose en el nuevo rostro de la problemática que enfrenta la mujer en la sociedad, debido a la pasión desmedida y no controlada de este sujeto que decía quererla.
Su hijo recibió primeros auxilios en la acera y luego fue trasladado al Hospital Simón Bolívar de Bogotá, a donde ingresó con un disparo en su pómulo, otro en el hombro izquierdo y uno más en su muñeca derecha. Su pronóstico es reservado, pues sigue revistiendo gravedad.
Sobre el presunto homicida, el sujeto sigue prófugo. Las autoridades competentes se encuentran en el rastreo de este sujeto; incluso la alcaldía del municipio emitió un comunicado avisando a la nación de la búsqueda del señalado: “Las autoridades se encuentran en búsqueda de esta persona. Si ha visto a este sujeto o tiene información de su paradero, por favor informar inmediatamente a la Policía Municipal al número 3132916688”, reza el comunicado.
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