José Alexánder fue el comerciante asesinado en Kennedy.
“Yo estaba en la casa y me iba a preparar un tinto, cuando de repente ¡pum, pum, pum! Sonaron tres disparos como si hubieran sido acá adentro, sonaron muy duro y muy cerca. El susto no fue poca cosa, apenas pasó todo pues lo primero que hicimos fue quedarnos quietos y buscar refugio. Pasaron unos segundos de silencio, que en realidad parecieron horas, y luego ya se empezaron a escuchar unos gritos espantosos que pedían ayuda. En ese momento nos asomamos a ver qué había pasado y fue cuando nos dimos cuenta que le habían disparado a alguien en la casa del vecino. Yo todavía tengo un malestar horrible que me dio desde que pasó todo eso, me enfermé de la impresión y del miedo que todo esto causó”, le contó a Q’HUBO, en la mañana de ayer, una residente del sector de Altamar, en Kennedy, quien atestiguó parte de los hechos que rodearon el ataque sicarial del que fue víctima un habitante de la zona, de 44 años, mientras sacaba el vehículo con el que trabajaba de una vivienda del sector.
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¿Qué pasó?
Pasadas las 6:00 a. m. de ayer, tal y como era su costumbre, José Alexánder Rodríguez llegó al garaje donde guardaba el carro con el que trabajaba, dispuesto a empezar su rutina laboral, que consistía en abrir la puerta del garaje, sacar la van con la que trabajaba como conductor, cerrar el parqueadero y arrancar con la ruta de distribución de productos lácteos. En estas estaba cuando la muerte hizo presencia.
Un sujeto que tenía estudiada la rutina de José Alexánder irrumpió, a bordo de una bicicleta, en la Carrera 88H con Calle 42D Sur y fue entonces cuando se desató el infortunio: una vez se acercó lo suficiente como para asegurarse de la identidad de su víctima, el gatillero sacó un arma de fuego que llevaba consigo, ingresó al garaje de la vivienda en la que se encontraba el señor Rodríguez y sin mediar palabra la emprendió a disparos.
“Él abre la puerta, viene una persona que se movilizaba en una bicicleta, se acerca a él, desciende y le genera dos lesiones con arma de fuego en la cabeza y el abdomen. La víctima es un señor de 44 años que no presentaba antecedentes judiciales y era un ciudadano reconocido en la zona. No era una persona problemática y en el sector gozaba de buena reputación. Las circunstancias del crimen aún son confusas, en el momento es todo lo que tenemos y esperamos que con el material recopilado hasta ahora logremos dar con el responsable”, nos dijo sobre la mañana de ayer el coronel Juan Arévalo, comandante de la estación de Policía de Kennedy.
Varios vecinos consultados por este periódico se declararon “asombrados” por las circunstancias que llevaron a la muerte del señor Rodríguez.
Las palabras del vecindario fueron generosas con la memoria del hoy occiso a quien, aseguran los residentes del sector, nunca vieron “malparqueado” ni peleando o propiciando enfrentamientos.
“A él uno siempre lo veía era trabajando o con sus hijas por ahí compartiendo. De resto, nada qué decir, ese señor no daba de qué hablar y no se metía con nadie. Ojalá todo esto se esclarezca pronto y logremos saber qué pasó, porque es que simplemente no podemos creerlo”, nos contó una vecina mientras el personal del CTI de la Fiscalía realizaba las diligencias de levantamiento del cadáver.
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