Desconsolada y llorando se encontraba Érika Julieth Lis Ramírez en la entrada de urgencias del Hospital Cardiovascular, ubicado en la Carrera 4 este con calle 31, en Soacha (Cundinamarca), tras conocer la muerte de su bebé de tan solo 4 meses. La joven madre llevó al niño por una fiebre que tenía el pasado martes.
“Yo traje a mi bebé aproximadamente a las 11:00 a.m. desde el barrio Altos de la Florida, porque ya estaba muy caliente por la fiebre. Lo traje hasta aquí a San Mateo, al Hospital Cardiovascular”, le relató Érika a Q’HUBO.
Según cuenta Érika, al momento de ingresar al menor al centro médico, la atención fue adecuada hasta que le suministraron un medicamento. “A mi bebé le aplicaron Dipirona para controlar la fiebre. Luego lo canalizaron y le hicieron una radiografía, después lo trasladaron a una camilla”, relató.
Tras dos horas, Érika notó algo raro en su hijo. “Lo toqué y estaba hirviendo en fiebre. Se lo mencioné al personal, pero me dijeron que era normal y que eso se quitaba con medicamentos. Mi niño siguió igual y nadie me prestaba atención”, agregó.
A las 8 de la noche del martes, el menor empezó a tener complicaciones. “Mi niño empezó a respirar muy fuerte. Me acerqué al doctor y solo me dijo que era por la fiebre. Otra señora le dijo lo mismo y el doctor dijo que no pasaba nada. Mi niño lloraba mucho, pedí ayuda para darle tetero, pero nadie me ayudó. Luego de unos minutos, mi niño empeoró, el doctor decía que no se podía hacer nada, y vi que sus piecitos estaban morados”, comentó Érika.
Aparentemente, sobre las 11:00 p.m., el médico llenó de esperanzas a Érika diciéndole que pronto podría llevar a su bebé a casa, pero esto nunca sucedió. “Vi que mi niño tenía los brazos hinchados donde lo habían canalizado. En todo el turno de la noche nunca le pusieron oxígeno. Fue hasta que llegó el turno de la mañana del miércoles que una enfermera le dijo a una doctora que el niño necesitaba oxígeno. Se dieron cuenta de que mi niño estaba mal. La enfermera intentó llevarlo a UCI, pero no había camas. Luego, mi niño tuvo tres paros y falleció sin saber qué le pasó y sin recibir otro medicamento”, informó Érika.
Al saber de la muerte de su hijo, Érika se sintió desolada e incrédula ante la falta de atención. “No me quisieron ayudar, no me prestaron atención. Voy a denunciar a este doctor porque dejaron morir a mi niño. Él solo venía por una fiebre. Necesito que me ayuden a saber qué pasó”, concluyó la madre.
Varios padres que presenciaron esta posible negligencia se acercaron a Q’HUBO en la entrada del hospital para denunciar la forma en que fue atendido el menor.
“Hasta que amaneció atendieron al niño, en toda la noche no le pusieron oxígeno ni le prestaron atención. El niño lloraba mucho y nadie hacía nada, a pesar de que la mamá del bebé les comentaba que el niño estaba mal y varios les dijeron a los funcionarios del turno de la noche, pero no hicieron nada, para mí fue una negligencia total, porque nadie estaba pendiente de los niños en el turno de la noche, nada peor puede pasar, eso se pudo evitar si hubiera atención medica a tiempo, pero la verdad los médicos esperaron hasta el último momento para hacer algo.”, comentó Nancy Olivera, madre de otro bebé que presenció el caso.
Respuesta del hospital
Q’HUBO se comunicó con el departamento de prensa del Hospital Cardiovascular, lugar donde Dylan Estiven Lis Ramírez falleció, pero no pudimos obtener respuesta, a pesar de que este caso fue puesto a conocimiento ante las directivas de este centro médico poco después de que se presentó la muerte del bebé.
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