Camilo Sánchez y María Camila Ospitia fueron asesinados por dos sujetos que los atacaron con arma de fuego; además, otra persona resultó herida. Los hechos ocurrieron en el barrio Porvenir, en la localidad de Bosa.
Luego de una larga y fructífera jornada por parte de los miembros de un colectivo cultural que trabajaban en el Parque Metropolitano El Porvenir, este grupo de jóvenes fue atacado la noche del jueves por un sujeto acompañado de otro hombre, quienes, a punta de bala, asesinaron a dos jóvenes y dejaron a una mujer herida en el barrio Porvenir (Bosa).
Las víctimas fueron identificadas como Camilo Fernando Sánchez Calderón, de 27 años, y María Camila Ospitia León, de aproximadamente 22 años. El ataque se perpetró en la calle 52 Sur con carrera 93D, a las 11:00 p.m., cuando estos jóvenes compartían frente al conjunto donde vivía una de las víctimas mortales.
“Ese día estábamos al lado del monumento ‘El Bicho’, una tarima que hicimos para realizar actividades en el parque. Los muchachos estaban arreglando una huerta que tenemos en este lugar desde horas de la tarde. Todos los integrantes del colectivo Distreestyle, que somos como 20 jóvenes, estuvimos allí. Cuando terminamos las actividades en la huerta, fuimos a una tienda a tomar y comer algo. Duramos varios minutos frente a la sede administrativa de la Universidad Distrital hasta que quedaron como seis u ocho muchachos. En ese instante ocurrió el intento de masacre contra nuestro colectivo, que ha luchado por reivindicar el Parque Metropolitano como un espacio cultural y de socialización de ideas y saberes. Decimos que fue un intento de masacre porque hemos recibido amenazas de bandas de microtráfico que operan en este sitio y porque el ataque no estaba dirigido a nadie en específico”, relató uno de los integrantes del colectivo Distreestyle a Q’HUBO.
Cuando Camilo y María estaban recostados en un vehículo junto a sus amigos y compañeros de trabajo, se escucharon varios disparos, lo que llenó de pánico y horror a los presentes.
“Los muchachos estaban relajados porque al frente vivía Camilo, el joven que murió, por lo que nunca pensaron que les dispararían. Ellos ni siquiera vieron quién les disparó. Apenas sonaron los balazos, todos se lanzaron al suelo, y algunos salieron corriendo para salvar sus vidas. En menos de dos minutos, cuando los asesinos ya se habían ido, los muchachos se dieron cuenta de que una joven estaba herida y la llevaron al Hospital de Bosa en una camioneta que pasaba por la zona”, agregó el integrante del colectivo.
En el suelo, suplicando por sus vidas tras recibir varios disparos, quedaron Camilo y María Camila. Esta última tenía una herida de bala en el pómulo derecho. De inmediato, sus amigos pararon un taxi y llevaron a los dos jóvenes al mismo centro asistencial donde había sido trasladada la primera herida. Minutos después de ser ingresado a cirugía, Camilo, un consumado rapero, artista, y enfermero que se ganaba la vida realizando diversos trabajos, desde vender discos con su música y la de sus amigos hasta salvar vidas, falleció por las heridas recibidas.
Cuarenta y cinco minutos después del fallecimiento de Sánchez, María Camila, quien hacía poco había comenzado a integrar este colectivo cultural, murió debido a la herida que se alojó en su rostro, mientras que la otra joven herida se recupera de una bala que le penetró el pie izquierdo.
“Una persona, en compañía de otro sujeto que se encontraba en una bicicleta, llegó sin mediar palabra y arremetió contra la vida de tres jóvenes. Estamos revisando los circuitos cerrados de televisión y ya tenemos indicios que nos llevarán a esclarecer este hecho”, informó el teniente coronel Germán Gómez, oficial de guarnición de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Denuncia de Distreestyle
“Exigimos a las instituciones que investiguen los hechos con rigurosidad, y profundidad, para dar con los responsables del atentado. Los jóvenes que generan cultura no pueden ser víctimas de las violencias que imponen los que se benefician de volver nuestros barrios en ollas, imponiendo su voluntad y asesinando la esperanza”, dijeron.
Y añadieron: “Es sabido que el parque del Porvenir ha sido un espacio donde las ollas de microtráfico, en convivencia y posible alianza con la Policía se han apropiado de la plaza del porvenir, convirtiéndose en un espacio inseguro. Además, se tienen varios hechos registrados, donde estas personas que venden sustancias psicoactivas han chocado con los miembros de las organizaciones que han generado la huerta y los espacios culturales, en especial las estructuras de El Bicho y la Antena Polinizadora Estos hechos se venían anticipado desde el Año 2021, donde se habían reportado hechos irregulares, hostigamientos y amedrentamientos por los policías adscritos al CAI Porvenir (que no responde a la estación de policía de Bosa). Además, se denunciaron amedrentamientos de parte de los miembros de las ollas y jíbaros que intentaron apropiarse del espacio”.
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