La muerte de la médica Catalina Gutiérrez Zuluaga ha despertado indignación en el gremio, pues se presume que la residente era víctima de abusos y violencia por parte de sus superiores. Esto dice su última carta.
En la noche de este 19 de julio se conoció la trágica muerte de Catalina Gutiérrez Zuluaga, médica residente de cirugía de la Universidad Pontificia Javeriana en Bogotá. El lamentable suceso tiene de luto no solo a la familia de la joven, sino también a sus compañeros.
“Honramos la memoria de Catalina con los mejores recuerdos que dejó en su paso por la Universidad. Apreciamos acompañar con respeto, empatía, solidaridad y delicadeza a sus padres, su hermana y demás familiares”, se lee en el mensaje publicado por la institución educativa.
Antes de tomar la fatal decisión, la joven oriunda de Manizales, dejó una carta que ha sorprendido, pues en esta no se despide de sus seres queridos, sino de sus compañeros residentes, a quienes les envía “ánimo”.
“A todos los residentes, gracias. De cada uno me llevo muchas enseñanzas. Siempre los llevaré en mi corazón. Ustedes sí pueden, ánimo”, se lee en la carta escrita a mano y firmada con sus iniciales: CGZ.
Lo más preocupante del caso es que la muerte de Catalina ha despertado indignación entre los profesionales de salud, pues han salido a la luz denuncian de presuntos casos de maltrato dentro de la Universidad.
Así lo confirmó la Asociación Nacional de Internos y Residentes (Anir), por medio de su cuenta de X, en donde aseguró que han recibido varias denuncias por parte de los estudiantes de pre y postgrado.
“ANIR, como asociación que tiene por objeto velar por el bienestar de médicos internos y residentes, observa con preocupación como situaciones de maltrato han sido constantes durante el proceso formativo en el pre y postgrado; acompañando incluso actualmente procesos de maltrato que incluso pasan por la vulneración de la ley de residentes al irrespetar el número de horas y los posturnos reglamentados”, indicó la asociación.
De acuerdo con la Pulzo, una fuente cercana le habría confirmado ala ANIR que la joven Gutiérrez se habría quitado la vida porque era víctima de violencia por parte de sus superiores durante la residencia médica. Aunque esta situación no ha sido confirmada, la asociación presume que las violaciones hacia los residentes son constantes debido a la cantidad de denuncias que reciben.
“Estudiantes de posgrado de las diferentes instituciones nos han contactado para pedir apoyo sobre las repetidas situaciones de maltrato que han vivido en su proceso de formación”, dijo la presidente de ANIR Bogotá, Cindy Rodríguez, al medio mencionado.
Por eso, la asociación le pide a las universidades entablar diálogos en torno a la salud mental de los médicos residentes con el fin de garantizar su bienestar y evitar este tipo de situaciones tan lamentables.
ANIR Bogotá se solidariza en el luto de la comunidad universitaria, y rechaza los actos de violencia que diariamente se viven en nuestra formación
— ANIR NACIONAL (@ANIRNACIONAL) July 20, 2024
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