Un niño que salía de una humilde vivienda de la Comuna 4 de Soacha, apenas dio un paso por la destapada calle y exclamó ante su madre: “¡otra vez la Policía, como ayer!”, señalando la esquina donde un rezago de sangre seca teñía la arena amarilla.

El niño se refería al más reciente homicidio ocurrido en municipio, la tarde de este lunes. Y es que ayer los característicos chalecos anti balas verdes de la Policía de Soacha se vieron en cada esquina de un delicado sector conocido como Divino Niño.

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De a dos uniformados se encontraban en cada cuadra del sector, con motos y fuertemente armados, enfocados en su tarea de hallar pistas sobre este crimen.

Crimen vespertino en el Divino Niño

No había acabado de ocultarse el sol cuando los disparos sonaron en esta humilde zona. Sobre las 4 de la tarde las autoridades de la Estación Chicó fueron avisadas sobre un cuerpo que se encontraba tirado en pleno lote baldío de la calle 1 A con carrera 2 Este. Allí nadie quiso decir si vio algo o a alguien implicado en la muerte de este joven, por más que fue a plena luz y todos parecían, por su expresión de miedo y zozobra, saber lo ocurrido.

“Lo único que sabemos es que quedó allá tirado, lo recogieron y se lo llevaron. De resto, todo lo que digan por ahí es pura charlatanería. Uno mejor se concentra en sus vainas”, comentó a Q’HUBO un vecino atemorizado.

Todo indica que un extraño abordó al joven y lo mató, para luego perderse entre las arenosas calles de la invasión. El mismo silencio del vecindario lo respiraban ayer los policías que se hallaban en la esquina donde asesinaron al joven de unos 30 años de edad.

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Ellos tampoco sabían mucho. Lo que pudieron encontrar es que, aparentemente en la zona no hay presencia de grupos delincuenciales, factor que ha despistado a los investigadores.

Por otro lado, la identidad del muchacho no pudo ser esclarecida, ya que en su poder no llevaba ningún documento. Además ningún vecino lo reconoció. Por la forma en la que fue asesinado da mucho qué decir: el muchacho presentaba un balazo en el pecho. Ante esto los investigadores se inclinan por creer que fue un ataque sicarial, por motivos que siguen siendo todo un misterio.

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