Un hombre, identificado como Jhon Castiblanco, fue asesinado en horas de la mañana de este 17 de junio en Antonio Nariño. Al parecer, el sicario llegó en un Sitp al lugar en donde cometería el crimen.
A Jhon Castiblanco su verdugo le tenía la rutina estudiada, o por lo menos no existe otra explicación por la forma en la que fue vilmente asesinado en la mañana de este lunes, justo cuando iba llegando en moto a su vivienda, ubicada en el barrio Eduardo Frey (Antonio Nariño).
Según pudo conocer Q’HUBO, la víctima iba llegando a su vivienda a bordo del vehículo de dos ruedas cuando un sicario, que lo estaba esperando en una esquina, se le acercó de manera sigilosa y le disparó sin piedad. En total, la comunidad escuchó cinco disparos, de los cuales tres impactaron contra la humanidad de este comerciante de 50 años.
“Nosotros estábamos aquí trabajando cuando se escucharon los tiros, pero muy seguidos. Nos asomamos y solo vimos que un hombre iba corriendo por toda la avenida y un señor estaba en el suelo tendido boca abajo. A pocos metros quedó su moto, por lo que de inmediato llamamos a la Policía. Cuando ellos llegaron, el señor ya estaba sin signos vitales y el que le disparó se había fugado”, le contó a Q’HUBO un trabajador del sector.
Sicariato en la avenida
Minutos antes de que el reloj marcara el mediodía de este lunes, un misterioso sujeto se bajó de un Sitp a la altura de la Carrera 30 con Calle 31 Sur, caminó una cuadra y se detuvo justo en la esquina a esperar que su víctima pasara por allí, como todos los días.
El individuo, quien llevaba escondida en la pretina de su pantalón el arma de fuego con la que terminó cometiendo el homicidio, sabía con claridad la hora en la que pasaba por allí Jhon, como también tenía conocimiento de que se movilizaba solo.
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“El sicario estuvo unos minutos parado en esa esquina y apenas vio al señor, aguardó unos segundos a que él se fuera acercando mientras conducía su moto; apenas lo hizo, le disparó sin piedad”, manifestó un testigo.
Las autoridades se encuentran investigando el hecho debido a que la víctima no había recibido ningún tipo de amenaza en su contra ni tenía enemigos.
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