“¿Por qué a ti, mi Brayan? ¿Por qué te tuvieron que matar de esta manera? Yo estuve siempre contigo en las buenas y en las malas. No sé por qué me dejaste así. ¿Qué le voy a decir a nuestra pequeña hija? ¿Qué le voy a decir cuando crezca? ¿Cómo le voy a explicar que mataron a su papá?”, decía entre lágrimas la esposa de un hombre asesinado en la mañana de ayer.

Un hecho de intolerancia cobró la vida de un hombre en el barrio Danubio Azul (Rafael Uribe), en medio de un ataque a disparos perpetrado contra la víctima, un joven de aproximadamente 30 años, mientras departía con unos amigos en el barrio donde vivía junto a su esposa, su hija y su madre.

El ataque ocurrió en las calle 55A sur con carrera 5C Bis, alrededor de las 8:30 a. m. Según el relato de vecinos del sector, el hombre, conocido como Brayan, ya había tenido varias riñas con su agresor, un vecino del barrio. El trágico desenlace inició cuando la víctima se encontraba compartiendo con amigos en la calle principal del barrio, tras amanecer tomando licor. Durante esta reunión, Brayan se dirigió hacia un parque cercano donde el victimario, acompañado por otro sujeto, aparentemente estaba limpiando y barriendo el lugar.

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“Dicen que el pelado se fue a orinar al parque y, al parecer, a uno de esos tipos que estaban limpiando no les gustó que el muchacho hiciera sus necesidades en plena vía pública. Empezaron a gritarle groserías, y el muchacho, al parecer, no se dejó amedrentar. También se les paró duro y les respondió. Esa gente lo sacó del parque y lo llevó hacia una calle que da hacia la avenida principal, cerca de donde estaba tomando. Lo que cuentan los vecinos es que uno de esos señores sacó un arma de fuego y disparó cuatro veces, menos mal no le dieron a nadie en ese momento”, comentó a Q’HUBO un residente del sector.
Según versiones de los testigos, tras el incidente los agresores regresaron a su casa, mientras que Brayan, indignado por las amenazas y los disparos, se marchó del lugar gritando a rabiar.

“Eso fue terrible, la verdad. Acá todos estábamos pasmados del susto porque, a esa hora, había mucha gente en el parque. Luego de sonar los disparos, todo el mundo salió corriendo con cara de tragedia. Cuentan que Brayan, bien tomado, se fue hasta su casa buscando algo con qué defenderse. Luego, regresó a la vivienda del agresor. Era una casa de tres pisos, color azul. Dicen que, parado frente a la vivienda, empezó a gritar a pulmón herido. Al poco tiempo, el agresor salió, alrededor de las 9:00 a. m., con el arma de fuego en la mano y, sin pensarlo dos veces, le disparó en la cabeza. El muchacho murió ahí mismo. Según dicen, Brayan era costeño, tenía una niña de 2 años y vivía a la vuelta de donde lo mataron”, relató otro vecino del barrio.

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Después del asesinato, el agresor supuestamente entregó el arma de fuego a una mujer que estaba dentro de la vivienda. Minutos después, conocidos de Brayan llegaron al lugar de los hechos con la intención de linchar al verdugo.

“Dicen que la gente iba a matar a ese señor que disparó, y también a la mujer por haber escondido el arma. Acá llegó un montón de policías para evitar que los mataran. Si no hubiera sido por eso, la tragedia habría sido peor. Luego vimos cómo se llevaban a la señora detenida y, al parecer, también capturaron al asesino”, relató un comerciante del sector, aún impactado ante esta desgracia.

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